Carlos GIL ZAMORA
Analista cultural

Salaberria

Se necesita una aplicación sencilla que escriba los obituarios. Ha muerto Enrique Salaberria, un gipuzkoano afincado en Madrid que desde sus inicios en el teatro independiente vasco había construido un empresa de producción y exhibición teatral gestionando de manera directa más de media docena de teatros relevantes en Madrid, Barcelona y otras ciudades.

Las primeras imágenes que se vuelcan en la memoria son de hace tantos años en Donostia o Gasteiz, incluso de cuando, tras varias peripecias personales, políticas y profesionales emprendió el viaje a Madrid, juntándose con otros vascos para hacer producciones bastante importantes, hasta que tras varios desencuentros decide emprender su aventura en solitario, primero con un teatro y después adhiriendo a su gestión de salas producciones de espectáculos, hasta formar una empresa reconocida y formando parte de un pequeño grupo de vascos que desde el teatro independiente han coincidido en el tiempo y son referencias estatales en la gestión, producción y exhibición.

Su grupo empresarial queda descabezado y cientos de empleados esperan la continuidad. Su hija parece la llamada a sustituirle y seguir con su labor. No es una tarea fácil. La personalidad de Enrique formaba parte de su gestión. El mundo del teatro comercial es muy exigente y con apenas escrúpulos. Consuelo para familiares, amigos y colaboradores.