El Eibar se reencuentra con la victoria en el mejor momento y aunque quizá no de la mejor manera, sí de la más emocionante. Perdían de dos los armeros a la hora de juego pese a haber firmado un gran arranque de partido y cuando peor se veían tiraron de fe y calidad para voltear el marcador. Tras el mínimo frenazo de la semana pasada, sumaban tres puntos en una jornada de triple cruce en cabeza y que se saldó de forma casi perfecta: solo ganó el Leganés, nuevo líder, con lo que el Eibar supera al Zaragoza, se coloca quinto y recorta distancias con Tenerife, Levante y Espanyol.

Con la entrada de Bautista por Quique en el once, los azulgranas disfrutaron en la primera media hora, tirando de todos sus recursos ofensivos para agobiar al Zaragoza. Pero el fútbol se decide en las áreas y los maños, que habían conseguido que el caudal atacante del Eibar se frenara casi siempre antes de poner a prueba a Cristian Álvarez, se mostraron más contundentes aún en la rival. No estuvo bien la defensa armera y sí Maikel Mesa y Jaume para marcar dos goles en los siete minutos previos al descanso.

Los locales regresaron mejor de vestuarios y durante un rato el Eibar, desaparecido, pareció sentenciado. Pero con un alarde de fe y calidad volvió a meterse en el partido. En cinco minutos, Stoichkov sirvió para Bautista y Bautista para Stoichkov, equilibrando el marcador y acongojando a un rival con experiencias similares muy recientes. Más aún cuandro Cristian Álvarez se resintió de su lesión y entró Poussin. Poco pudo hacer ante el golazo de falta de Aketxe, que establecía el 2-3 definitivo y que protegió Luca con tres grandes acciones en el larguísimo descuento.