Una nueva exhibición para dar otro paso más hacia los octavos de final
Los guipuzcoanos, como en Salzburgo, fueron muy superiores en la mayor parte del encuentro y el gol de Brais hizo justicia en los mejores minutos de la Real. Los aficionados blanquiazules también superaron a los locales con un comportamiento ejemplar.
La Real dio otro paso muy importante en su objetivo de clasificarse para los octavos de final de la Champions League tras ser muy superior al Benfica y lograr su segunda victoria como visitante tras la lograda en Salzburgo para mantener el liderato de su grupo empatada con el Inter de Milán.
El equipo italiano también tiene siete puntos tras ganar en el otro partido del grupo al Salzburgo 2-1, con goles de Alexis Sánchez (19') y Çalhanoğlu (64' p). Gloukh (57') había empatado para los austríacos, que se quedan con tres puntos, mientras que el Benfica sigue sin sumar y casi no tiene ya opciones reales de seguir en la máxima competición.
La Real confirmó su competitividad en Europa al imponerse a su rival en la mayor parte del encuentro como hizo en su anterior visita al Salzburgo y al Inter en los primeros 75 minutos en Anoeta. Demostró otra vez que está para competir con equipos que en años anteriores habían conseguido acceder a octavos de final y a los que el equipo guipuzcoano ha minimizado.
CON EL ONCE DE GALA
Imanol presentó el once esperado, el que ganó en Salzburgo, mientras que Bah fue el único de los tres tocados del Benfica que entró en el de Roger Schmidt. Kokçu se quedó en el banquillo y Di Maria no llegó a vestirse. La Real fue mejor desde el inicio, con un dominio de la posesión y del juego en la mayor parte del primer tiempo, pero apenas pudo traducir su dominio en más ocasiones claras que un remate de Barrenetxea que se marchó fuera. Además pidió dos manos en el área local.
La Real consiguió que el Benfica apenas saliera de su campo y solo generó peligro en el primer tiempo en dos internadas por la banda izquierda de Jurasek, lo que llevó a su afición a mostrar su enfado e impotencia con el juego de su equipo y a Roger Schimdt a introducir en el descanso a Kokçu y Cabral para intentar cambiar el encuentro. No lo logró y las primeras opciones claras las volvió a tener la Real en un remate de Zubimendi y una jugada indivudal de Kubo antes de que Brais marcara su tercer gol en tres partidos de Champions tras culminar una gran jugada de Barrenetxea.
Enseguida Kubo pudo sentenciar el encuentro con un remate al larguero ante un Benfica muy tocado y eso le obligó a sufrir los últimos minutos porque el público local empujó a su equipo a buscar el gol del empate. Imanol decidió retirar a sus dos jugadores de banda, Barrenetxea y Kubo, para colocar en la derecha a Oyarzabal y en la izquierda a Zakharyan al salir Carlos Fernández como delantero.
UNA AFICIÓN EJEMPLAR
La Real salvó los momentos de acoso del Benfica y recuperó el control del partido en los últimos minutos para terminar de sacar de quicio a la afición local, que también fue superada, como su equipo, por la realista, que dio una lección durante todo el día en la ciudad y en el campo al dejarse escuchar más los 3.500 realistas que los 53.000 seguidores locales.
La intensa lluvia que cayó durante toda la tarde no empañó la fiesta de los seguidores blanquiazules, que encontraron cobijo en los soportales de la Plaza de Comercio para calentar el ambiente antes de vivir un viaje en el metro espectacular que tuvo continuidad en el campo. La victoria de su equipo permitió que la fiesta fuera completa y los jugadores realistas volvieron a salir al campo tras el partido para agredecer su apoyo al público y celebrar la victoria con ellos.
Los juveniles del Benfica ganaron 2-1 a los de la Real en un partido de la Youth League que los blanquiazules acabaron con nueve por la expulsión de Segurola y del portero Folgado tras adelantarse en el primer tiempo con un gol de Arruti. Kianno Silva y Gonçalvez, en el minuto 80, marcaron los tantos de la remontada local.