El gueto de Gaza
La elección de las palabras y la utilización de las mismas es harto importante a la hora de comunicar, lo saben bien quienes la utilizan para trasmitir hechos o ideas, fundamentalmente políticos y periodistas. De hecho, Kapuscinsky ya decía que «las guerras siempre empiezan antes de que se oiga el primer disparo, comienzan con un cambio de vocabulario en los medios».
La RAE, en una de sus acepciones, define gueto como: «Situación o condición marginal en que vive un pueblo, una clase social o un grupo de personas» y me parece una buena definición para describir la forma de vida que sufre la población de la franja de Gaza. Sin embargo, esta situación de marginalidad no comenzó para ellos el 7 de octubre de 2023, sino hace 75 años.
Tras la primera guerra árabe israelí en 1948, miles de palestinos y palestinas se refugiaron en la franja de Gaza escapando de las masacres cometidas por el ejército del recién creado Estado de Israel. Posteriormente sufrió la guerra de 1967 en la que Israel ocupo los territorios palestinos (ocupación que continúa a día de hoy) y la del 73, dando cobijo a más población refugiada.
Tras la primera intifada, en 1993, Israel rodeó con un muro y alambradas la Franja de Gaza pero no es hasta el fin de la segunda intifada en 2005, año en que se evacúa a los israelíes que vivían en colonias en el interior de la Franja, cuando la situación se torna de marginal a infernal, sufriendo brutales ataques: 2006, operación lluvias de verano (405 palestinos asesinados frente a 11 israelíes); 2008, operación plomo fundido (1.400 palestinos asesinados frente a 14 israelíes, 4 de ellos por fuego amigo (es decir, se mataron entre ellos mismos); 2012, operación pilar defensivo (133 palestinos asesinados, no se reportaron bajas israelíes); 2014, margen protector (2.310 palestinos asesinados frente a 71 israelíes). La oficina coordinadora de ayuda humanitaria de la ONU estimó que el 70% fueron civiles y la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, denunció que los ataques efectuados por el Ejército israelí sobre Gaza podrían constituir crímenes de guerra. Sin embargo, una vez más, Israel quedó impune.
Hay dos hechos en la historia contemporánea en los que parte de una población o una población entera ha sido completamente sitiada, racionando o directamente, impidiendo la entrada de agua, alimentos, combustible, medicamentos y todo aquello necesario para la vida. El primero es el cerco al gueto de Varsovia en el que vivían 400.000 personas y que duró 2 años y 6 meses. El segundo y más brutal, el sitio a Leningrado, ciudad en la que vivían unos 3 millones de personas, que duró 2 años y 4 meses y fue tan brutal que es considerado por algunos historiadores como un genocidio por intentar que miles de civiles murieran de inanición de forma deliberada.
La franja de Gaza como hemos comentado esta cercada y amurallada con 6 puertas de acceso que solo controla Israel: una para ropa, otra para alimentos, otra para materiales varios, otra para medicamentos, destacando en esta que Israel prohíbe la entrada de equipos de radioterapia, condenando, de facto, a muchos gazatíes con cáncer a una muerte segura.
Israel no solo controla qué entra en la franja también controla la movilidad de las personas a través de los pasos de Erez (norte) y Rafah (en el sur). Controla y limita la movilidad tanto de gazatíes como de internacionales, ejerciendo como brutales carceleros de la, considerada por muchos historiadores, mayor prisión a cielo abierto del mundo. Una enorme cárcel con un tamaño de 365 Km2 donde sobreviven hacinadas 2.300.000 personas, la mayor densidad poblacional del planeta, de las cuales el 80% ya es refugiada, es decir, ya fueron expulsados de sus pueblos y ciudades en 1948, sufriendo el robo de sus tierras, casas, cultivos, de su forma de vida.
Como he comentado al principio, la elección de las palabras es muy importante cuando se quiere transmitir una idea y la Franja de Gaza se asemeja más a un gueto que a una cárcel. En una cárcel tienes derecho a visitas, a recibir regalos, a recibir educación, a recibir la atención médica que necesitas.
En la Franja de Gaza, no.
Por tanto, la Franja de Gaza puede ser considerado el mayor gueto de la historia moderna. En este caso dura ya 23 años y en muchos momentos ha sido sitiada por completo, impidiendo la entrada total de agua, alimentos, combustible, medicamentos, etc., así como la salida o entrada de cualquier persona. Particularmente brutales están siendo estos últimos 17 días durante los cuales Israel no solo ha impedido la entrada de ayuda humanitaria a una población ya empobrecida, ya sitiada, ya invisibilizada, sino que la ha bombardeado con todo tipo de armamento, incluido el fósforo blanco como denuncian organismos internacionales como Human Rights Watch. Han bombardeado, una vez más, escuelas, hospitales, infraestructuras civiles, han masacrado familias enteras, han asesinado a mujeres pariendo en la calle por no poder llegar al hospital más cercano, han asesinado a hombres, mujeres, ancianos y niñas que llegaban a zonas delimitadas por los israelíes como seguras y también a quienes decidieron no marcharse de sus casas por no tener a dónde ir, han bombardeado durante horas, sin parar, sin permitirles huir del gueto infernal en el que han sido encerrados. Su objetivo, como en el sitio a Leningrado, es matar o dejar morir de hambre y sed a la población civil.
Todas estas acciones devastadoras y salvajes son, en realidad, la ejecución de otra fase del plan colonizador trazado por el sionismo en 1897, por el cual se van haciendo con más territorio, expulsando a la población nativa palestina de su tierra. Este plan fue definido por el historiador israelí Ilan Pappe como la limpieza étnica de Palestina.
Sin duda, todos estos castigos colectivos, según la ley de los conflictos armados que incluye entre otras a las Convenciones de Ginebra y la Convención de la Haya, constituyen no solo un crimen de guerra, sino que está tipificado como crimen de lesa humanidad.
Indiscutiblemente, también fueron crímenes de lesa humanidad el brutal sitio a Leningrado y el execrable cerco al gueto de Varsovia, en ambos casos los atacantes fueron las fuerzas de ocupación nazis. En este caso, los salvajes ataques y cerco a la Franja de Gaza también están siendo llevados a cabo por fuerzas de ocupación, pero en este caso, por las fuerzas de ocupación del Estado de Israel.