Amaia U. LASAGABASTER
SEGUNDA

Un gol de infarto en el descuento mantiene segundo al Eibar

Un gol de Bautista adelantó a los armeros nada más empezar el partido, pero el Espanyol volteó el marcador con un doblete de Puado. Cuando la buena racha parecía condenada a acabar, el propio Puado tocó un cabezazo de Sergio para empatar.

Bautista celebra el primer gol de los armeros, que marcaba nada más empezar.
Bautista celebra el primer gol de los armeros, que marcaba nada más empezar. (SD EIBAR)

En el descuento y casi sin saber a quién adjudicarle el gol pero el Eibar salvó un punto en la última acción del descuento para prolongar una racha que alcanza ya las nueve jornadas en positivo y mantener la segunda plaza, con el Espanyol dos puntos por detrás.

Y forzosamente tocado porque, en su caso, el empate se une a las dos derrotas previas, también ante rivales directos, y llegó de forma ciertamente dolorosa para los blanquiazules, que ya se veían ganadores tras haber volteado el gol inicial de Bautista.

Pero, definitivamente, no hay quien pueda con el Eibar, que eleva ya a nueve -diez si se incluye el partido de Copa- los encuentros consecutivos saldados en positivo. 21 puntos de 27 posibles que han confirmado que también esta temporada puede aspirar a pelear por el ascenso. Sobre todo porque los ha conseguido jugando bien, con sus excepciones, y demostrando que tiene una cantidad considerable de recursos arriba para decidir partidos. El punto de Cornellà no se entendería sin esa capacidad resolutiva de sus atacantes, pero tampoco sin la fe de un equipo que, apoyado en un momento tan dulce como aparentemente interminable, se cree capaz de todo.

Y ahora mismo lo es. Incluso de sumar cuando sufre como lo hizo ante el Espanyol. Era previsible porque lo que no ha cambiado en estos dos meses de alegría es la sensación de desequilibrio que ofrece un Eibar más fiable en ataque que en defensa. Y anoche se enfrentaba a la horma de su zapato, un rival que tiene casi tanta facilidad para encajar como para marcar. Ambos lo confirmaron.

Repetían los guipuzcoanos el once que goleó al Valladolid. Y, curiosamente, emulaba Luis García la decisión de Pezzolano en aquel partido, pese a su mal resultado, alineando iuna defensa de cinco. No le sentó mejor a su equipo que al pucelano, al menos de inicio, porque en solo seis minutos tocaban Berrocal y Aketxe para que Bautista recortara a Vícgor Ruiz y anotara un golazo.

Intentaron reaccionar los pericos, pero apenas lastimaban a un rival tranquilo, que movía el balón con calma a la espera de otro hueco que le permitiera ampliar distancias. Lo evitaron, sobre todo, los innumerables fueras de juego, incluyendo los muy dudosos o los directamente inexistentes. Sí lo fue el que costó la anulación del 0-2, también obra de Bautista. No, por el contrario, el que evitó que se pitara un penalti clarísimo a Stoichkov en el último suspiro antes del descanso.

Justo un minuto antes había empatado Puado en una bonita jugada. Venía el Espantol de menos a más y siguió así hasta que marcó el 2-1 con un penalti cometido a Braithwaite ejecutado a la perfección por Puado.

Aguantó un rato más el Espanyol por delante, pero el Eibar no perdió la fe y, con un par de sustos, le metió el miedo en el cuerpo. Y con una falta, en el 97, le metió el 2-2 que cabeceó Sergio y rozó Puado para acabar de empujarla.