Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
RETRATOS FANTASMA

Un profundo y conmovedor relato cinematográfico

Kleber Mendonça Filho nos regala una hermosa declaración de amor al cine en su última obra, “Retratos Fantasmas”. La película se divide en tres grandes partes, cada una de las cuales es un viaje íntimo y revelador en la vida del director y en la historia de su ciudad natal, Recife. La primera parte nos sumerge en su mundo personal, mostrándonos su ciudad, su hogar y presentándonos a su madre, Joselice. Este segmento es un tributo a la casa en la que Kleber vivió durante más de cuatro décadas, una casa que se convirtió en el escenario de varios de sus proyectos cinematográficos. Aquí, el director rinde homenaje a su madre, una historiadora que partió demasiado pronto, y nos lleva a una reflexión sobre cómo la inseguridad ha transformado las casas en verdaderos búnkers. Además, nos invita a contemplar otros detalles de la vida cotidiana, como la (re)aparición de un perro llamado Nico y una invasión de termitas que dejó su huella.

Este episodio también nos permite vislumbrar el lugar de médium que algunos atribuyen a Kleber, un elemento que añade un toque de misterio a su historia personal.

TIEMPOS PASADOS

La segunda parte de la película, la más extensa y fascinante, nos transporta a los antiguos cines del centro de Recife, que desempeñaron un papel crucial en la vida social de Pernambuco durante gran parte del siglo XX. Mendonça Filho, quien previamente exploró el cierre de estos icónicos teatros en su trabajo de graduación, nos lleva a través de un viaje basado en archivos, anécdotas personales, entrevistas con proyeccionistas y fragmentos de películas que alguna vez atrajeron a multitudes de espectadores.

Entre estas imágenes, destaca el recuerdo de la proyección de “Hair,” de Milos Forman, que se mantuvo durante seis meses en el cine Veneza.