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BALONCESTO

Los fantasmas agobian a Bilbao Basket, pero logra superar al Anwill Wloclawek

La defensa, la conexión entre Renfroe y Sacha Killeya-Jones y un triple final de Denzel Andersson dieron una victoria demasiado sufrida a los bilbainos.

Las continuaciones de Killeya-Jones -en la imagen, observa a Kullamae-, fueron clave. (FIBABASKETBALL)

Bien está lo que bien acaba, pero Surne Bilbao Basket dejó demasiadas dudas en la segunda mitad, como si hubieran regresado los fantasmas que le impidieron ganar en Zaragoza el sábado pasado.

Lo importante era ganar a Anwill Wloclawek y asegurarse de forma casi matemática la primera plaza de su grupo y el pase a octavos de final de la FIBA Eurocup y lo logró el cuadro bilbaino, pero tras su fantástico segundo cuarto, en el que virtualmente rompió el partido, luego padeció horrores para amarrar el triunfo. Es más, en el último cuarto el trío arbitral le dio alguna que otra ayudita para evitarse disgustos, aunque también hay que admitir que los de Ponsarnau supieron fajarse en defensa.

En ataque, la conexión de Alex Renfroe y Sacha Killeya-Jones, autor de 22 puntos -aunque el polaco Garbacz, con 24, fue el máximo anotador del choque-, fue lo más destacado, mientras que el 3 de 20 en triples, más los nueve tiros libres fallados, la mayoría en la segunda mitad -el Anwill Wloclawek resultó todavía peor, con 10 tiros libres desperdiciados-, complicaron sobremanera el tramo final, hasta que un agónico triple de Denzel Andersson le puso el sello al choque.

Tardó en reaccionar Bilbao Basket, hasta que el tino de Adam Smith y el brío interior de Thijs De Ridder los que espabilaron a los de Jaume Ponsarnau. A ellos se unieron los dos bases, aunque sin excesivas alegrías, en el contexto de un juego estático de los hombres de negro tirando a la espesura excesiva.

Los bilbainos incrementaron su nivel defensivo en el segundo cuarto. Xavi Rabaseda, gracias a sus manos rápidas, protagonizó unos cuantos robos, y ello supuso contragolpes que dieron fáciles canastas para los inquilinos de Miribilla. Por ende, al final de los 20 primeros minutos, luego de un parcial de 12-4, Bilbao Basket se iba a los vestuarios con un 48-36 a su favor.

Pero los errores en el tiro libre, los triples de Garbacz y Sanders y los nervios empezaron a lastrar a los locales, hasta verse agobiados con un 70-68.

Aferrados a la defensa, los de Ponsarnau aguantaron a trancas y barrancas, y Andersson rubricó la victoria.