Arranca una legislatura con un potencial inédito

Finalmente, tras varios retrasos incomprensibles, PSOE y Junts firmaron ayer un acuerdo «de investidura y legislatura». Las claves de este documento son la amnistía, la estabilidad y el reconocimiento nacional. Junto al resto de acuerdos con fuerzas progresistas y de las naciones sin Estado, este pacto posibilitará que Pedro Sánchez forme un nuevo Gobierno, que la legislatura eche a andar y se abra una nueva fase política en el Estado español. Es cierto que falta el plácet del PNV, que ha preferido dejarlo para el final. Tal y como explica hoy en GARA Iñaki Iriondo, los jeltzales han hecho un extraño cálculo que ha debilitado su posición, puesto que nadie entendería que forzasen nuevas elecciones. Están en mala racha, sin duda. Habrá que ver qué logran, la letra pequeña y cómo garantizan su cumplimiento.

En el pacto suscrito por Santos Cerdán y Carles Puigdemont ayer en Bruselas se afirma que «PSOE y Junts apuestan por la negociación y los acuerdos como método de resolución de conflictos y acuerdan buscar un conjunto de pactos que contribuyan a resolver el conflicto histórico sobre el futuro político de Catalunya». Es un buen punto de partida. Además, tampoco pretenden ocultar las profundas discrepancias entre los firmantes. Restablecer las interlocuciones rotas y asumir que la legitimidad la dan las ciudadanías democráticamente con su voto es un avance que tendrá que apuntalarse con más diálogo, hechos, perseverancia y talento.

Las maniobras judiciales, las soflamas golpistas y la rebelión ultra de estos días muestran la necesidad de construir alternativas a este resurgir ultraderechista y retrógrado. Con estos acuerdos las fuerzas implicadas en esta operación política de calado han logrado lo más fácil y a su vez algo que hasta hace poco parecía imposible. El complicado resultado y el claro mandato democrático de las elecciones del 23 de julio no daba más opción. Parafraseando al propio Pedro Sánchez, si hasta el momento han hecho de la necesidad virtud, es hora de que empiecen a pensar en hacer de las virtudes de estos pactos necesidades que acompañen los intereses de las mayorías sociales y los derechos de los pueblos.