La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció ayer el bombardeo y asedio al hospital Al-Shifa, el mayor de la Franja de Gaza y donde se refugian unas 50.000 personas. Su portavoz, Margaret Harris, subrayó que el hospital de Al-Shifa «estaba siendo objeto de una violencia de gran intensidad». Informó también de que veinte hospitales están totalmente fuera de servicio.

El portavoz del Ministerio gazatí de Salud, Ashraf al-Qudra, denunció en declaraciones a Al Jazeera «disparos de francotiradores en todas las direcciones» alrededor del complejo de Al-Shifa y en las áreas más cercanas. «Hay pánico. Las ambulancias no se pueden mover y, por tanto, no pueden asistir a las personas que puedan estar heridas», remarcó.

Un activista local dijo a la citada cadena que la situación era «extremadamente difícil. Se están produciendo enfrentamientos masivos».

La Media Luna Roja palestina condenó el ataque defrancotiradores al hospital Al Quds, en el que murió al menos una persona, y urgió a la comunidad internacional a proteger la instalación, que «permanece aislada por quinto día consecutivo por los continuos bombardeos».

Rechazó el corte de electricidad, agua e internet al hospital Indonesio. Ante el corte de electricidad médicos y cirujanos estaban asistiendo a heridos con linternas en «circunstancias inimaginables». Advirtió de que los recursos disponibles estaban a punto de agotarse y que «en pocas horas» todos los servicios del hospital dejarían de funcionar.

ATAQUE A UNA ESCUELA

Israel bombardeó directamente ayer áreas cercanas a cuatro hospitales del norte y una escuela pública con desplazados en la ciudad de Gaza, en la que murieron medio centenar de personas.

En su operación de venganza Israel ha matado ya a 11.078 personas, entre ellos 4.506 niños, 3.027 mujeres y 678 ancianos, según el Ministerio de Salud de Gaza.

El portavoz del ministro de Exteriores israelí, Lior Haiat, rebajó ayer de 1.400 a 1.200 la cifra de fallecidos en los ataques de Hamas del pasado 7 de octubre.