Arnaitz GORRITI
ATHLETIC

La pegada de los leones pesa más que sus errores frente al Celta

Tras verse dos veces por detrás, y desperdiciar un 3-2 a favor, Unai Simón salvaba a los rojiblancos deteniendo un penalti a Aspas, un pena máxima que, anotado por Berenguer, dio el triunfo al Athletic.

Euforia rojiblanca después de que Berenguer anotase el 4-3 definitivo.
Euforia rojiblanca después de que Berenguer anotase el 4-3 definitivo. (Aritz LOIOLA | FOKU)

El Athletic se sitúa a un punto de los puestos de Champions League luego de haber sobrevivido a un partido tremendamente irregular e inestable, resuelto por una inesperada pegada. Los de Ernesto Valverde sobrevivieron anoche a una mala primera mitad al empatar a dos goles tras encontrarse dos veces por detrás ante un Celta bien plantado.

En la segunda mitad, los de Ernesto Valverde mejoraron su nivel, pero perdieron la concentración tras adelantarse 3-2 y no solo vieron cómo el conjunto celeste les empataba, sino que Unai Simón tuvo que parar un penalti a Iago Aspas. Y cuando parecía que el 3-3 iba a ser el mal menor de un partido esquizofrénico, una incomprensible mano de Mingueza terminó suponiendo un penalti que, en la prolongación del descuento, anotaba Berenguer para salvar al Athletic de sus meteduras de pata.

ERRORES FATALES

Ernesto Valverde repetía el mismo once que sacó en Villarreal. De paso, esta alineación confirmaba el partido número 510 de Óscar De Marcos con la casaca rojiblanca, empatando con Andoni Iraola como quinto jugador con más partidos en el Athletic. Eso sí, la blandura del Athletic poco tuvo que ver con la solidez mostrada durante 85 minutos en el partido de hace una semana.

Ya desde el arranque se notó a un Athletic espeso y muy blando ante las contras del Celta. Iago Aspas, no podía ser otro, se aprovechó de los errores bilbainos estrenando su cuenta goleadora de la presente liga con un tremendo zurdazo desde fuera de área, que se coló de forma inapelable tras golpear la base del poste derecho desde la perspectiva de Unai Simón -décimo tanto del de Moaña al Athletic-.

Pudo reaccionar el cuadro bilbaino, y un nuevo centro de Nico Williams que terminó con Unai Núñez impidiendo el remate de Iñaki Williams, seguida de un centro de Lekue cabeceado por Sancet, flojo a las manos del portero celtiña. Esa banda izquierda se desperezó poco a poco, y un centro bombeado de Nico Williams y rozado por Mikel Vesga halló el certero remate en el área pequeña de Oihan Sancet.

Y a partir de ahí, se armó el Belén. Bamba clavó el 1-2 con un voleón, para que Guruzeta anotara su primer gol del día en el descuento de la primera mitad, y luego el 3-2 en el amanecer del segundo tiempo.

Parecía que lo difícil ya estaba hecho, pero Larsen empató a la contra y Aspas dispuso de un penalti que Unai Simón logró despejar. El partido se moría, pero llegó la mano de Mingueza y Berenguer, con los últimos granos de arena cayéndose, no perdonó desde el punto de penalti.