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Massa en modo «estadista» domina a un Milei «amateur» en el debate clave

En un momento cumbre de la campaña, a escasos cinco días para ir a las urnas, y con una audiencia cercana a la de la final del Mundial de fútbol que ganó Argentina en Qatar, Jorge Massa dominó con solvencia e impuso su agenda a Javier Milei en el debate presidencial, que no supo sacar provecho de la crisis económica que pesa sobre su rival.

Combo de imágenes de Javier Milei y Jorge Massa durante el debate en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. (Luis ROBAYO | AFP)

La sensación era extendida en la prensa internacional, en redes, foros y, particularmente, en los propios medios de comunicación de la oposición: el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, resultó el ganador indiscutible. No es que solo consiguiera lo que dicen es la cuestión principal en los debates, a saber, no perderlos. Massa venció con claridad, y dada la grave crisis económica que vive Argentina y en tanto que ministro de Economía, visto el flanco que eso abría para su oponente, el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, puede decirse que venció contra pronóstico..

El debate celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires tuvo una audiencia récord y, aunque nada es definitivo, aupó a Massa como una figura con escala de estadista y proyectó a Milei como una figura confundida y abrumada, como el candidato de la motosierra construido por los medios pero que, a la hora de la verdad, no da la talla en temas de Estado.

DOMINIO PSICOLÓGICO

La lectura de los medios internacionales coincidió con la que hicieron los medios argentinos: Massa resultó ganador del debate con calificaciones que van desde que el candidato de Unión por la Patria «impuso su agenda» a que «dominó psicológicamente» a Milei, a quien calificaron como «apagado». En términos pugilísticos, fue un debate con nocaut, en el que ciertos medios llegaron a decir que Massa maltrató a Milei. Dando poco menos que a entender que fue un combate entre un profesional y en amateur, y que Milei, el personaje más entrevistado de la historia de la televisión argentina, fue víctima de abuso.

El intento de ciertos medios argentinos de proyectar a un Massa que se las sabe todas frente a un pobre muchacho que estaba asustado por las cámaras, no se sostiene. Ni que le haya desestabilizado un «coro de toses», como dice Milei. Cualquiera que haya seguido al personaje sabe que es un producto de los medios y que desde los medios ha estado apaleando a diestro y siniestro a todo el que se cruzara en su camino. A los contendientes los dominaba con su motosierra y con eso se quiso construir una especie de superhéroe ante los ojos de miles de jóvenes de Argentina. No, las diferencias se establecieron entre el verdadero conocimiento y la ignorancia sobre el Estado y su funcionamiento.

¿INCIDE EL DEBATE EN EL VOTO?

En Argentina, el país del psicoanálisis por excelencia, no paraban de hacerse la pregunta: ¿Qué le pasó a Milei en el debate? Y “Clarín” adelantaba una arriesgada hipótesis psicológica, un posible factor emocional: «¿Pudo incidir la presencia de sus padres en el recinto para que se lo viera titubeante y por momentos sin contraataque? Lo llevó a un cierto Estadio del Espejo. Milei frente a sí mismo, frente a sus padres castigadores según él, frente a su dominador implacable en el juego álgido del debate. Como requiriendo perdón se explicaba titubeante y no contraatacaba frente a las filosas dagas de Massa».

En un debate es clave saber comunicar, resaltar la mala gestión si se trata de Milei; y agrandar aciertos y ocultar errores si el que habla es Massa. Ocurrió al revés. Milei tuvo momentos de crítica, pero siempre quien manejó los temas y los tiempos fue Massa. Una victoria retórica no auspicia un triunfo electoral. Pero a veces, sí. La duda es cuánto incidirá el debate en el voto. Si incide, Milei habrá perdido una oportunidad que puede ser determinante. Si no incide, la moneda todavía está en el aire. Se sabrá en pocos días.