Un día después de ser reelegido en el Congreso de los Diputados, en un contexto de fuerte oposición de las derechas, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tomó ayer posesión del cargo en una ceremonia en el palacio de la Zarzuela prometiendo ante Felipe de Borbón y sobre la Constitución «cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno» y «guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado». El siguiente paso será el anuncio de la composición del nuevo Gobierno conformado con su aliado Sumar, y que ya ha evidenciado la batalla que se libra en el seno de la coalición que lidera Yolanda Díaz.

La ceremonia de toma de posesión tuvo lugar un día después de su reelección, tras conseguir el respaldo de 179 diputados de ocho de los once grupos parlamentarios, mayoría absoluta. Para ser investido, Sánchez recibió el apoyo del 51% del Congreso: los 121 diputados del PSOE, los 31 de Sumar, los siete de ERC, los siete de Junts, los seis de EH Bildu, los cinco del PNV, el del BNG y la de Coalición Canaria. En contra votaron los otros 171 diputados del Congreso, que son los 137 del PP, los 33 de Vox y el de UPN.

Es la tercera vez que Sánchez asume la Presidencia del Ejecutivo, después de que lo hiciera en julio de 2018 tras prosperar la moción de censura a Mariano Rajoy y en enero de 2020, cuando constituyó el primer Gobierno de coalición con Unidas Podemos. Y volvió a hacerlo sin presencia de símbolos religiosos, algo que se eliminó del protocolo cuando Felipe de Borbón accedió a la Jefatura del Estado.

En el acto ayer, Sánchez coincidió por primera vez con el presidente del Consejo General del Poder Judicial por suplencia, Vicente Guilarte, institución que ha expresado su disconformidad con las menciones al lawfare en el pacto del PSOE con Junts.

DÍAZ OFRECE A PODEMOS UN MINISTERIO

Mientras, la batalla, todavía interna, en Sumar por las carteras ministeriales vivió ayer un nuevo episodio, cuando la líder de la coalición, Yolanda Díaz, remitió una oferta a Podemos para que el secretario de Estado de Derechos Sociales en funciones y dirigente del partido, Nacho Álvarez, sea ministro en el próximo Ejecutivo, pero condicionado a que la formación morada cese «los ataques públicos e insultos a miembros de Sumar», incluida la propia Díaz. Junto a ello, el texto marca como requisito que Podemos concurra con Sumar al próximo ciclo electoral.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, afeó este ofrecimiento, que ve como una estrategia para «justificar que les echan» del Gobierno más que una propuesta, e insistió en que, como el resto de formaciones, «los ministros de Podemos los elige Podemos». Así, implícitamente insistió en que su elección es la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero. «Como el resto de formaciones políticas, empezando por el PSOE, los ministros de Podemos los elige Podemos. Podemos sigue pensando que lo mejor que puede aportar al Gobierno de coalición es profundizar las transformaciones feministas al frente del Ministerio de Igualdad», planteó Belarra.

El malestar era evidente en el seno de Podemos, que en el partido morado se interpretó la oferta como un intento de ganar el «relato» por parte de Sumar. Es más, algunas voces apuntaron que es obsceno plantear el nombre de Álvarez cuando desde la configuración de las listas electorales se les intenta arrinconar.

Horas después, Álvarez rechazó formar parte del nuevo Ejecutivo y anunció dimisión de todos sus cargos en Podemos por haber perdido la confianza de la dirección.

Exmilitares, contra Sánchez

La campaña de las derechas contra la investidura de Pedro Sánchez llegó ayer a su punto culminante, hasta la fecha, con el pronunciamiento de militares retirados de distintos cuerpos que reclaman derrocar al presidente legítimo y forzar nuevas elecciones. Aunque el momento es relevante y la noticia está teniendo gran impacto, poco hay de nuevo en su posición, puesto que según distintos medios se trata de los mismos exmilitares ultras que ya en 2020 animaban en un chat a «fusilar a 26 millones de hijos de puta». Ahora este grupo ha reaparecido con una interpelación clara al derrocamiento de Sánchez. Se publicó en la web de la Asociación de Militares Españoles (AME), al mismo tiempo que el líder del PSOE tomaba posesión del cargo en Zarzuela. Los firmantes justifican su petición aludiendo al artículo 8.1 de la Constitución, que otorga a las Fuerzas Armadas la función de «defender el ordenamiento constitucional». Ramón SOLA