GARA Euskal Herriko egunkaria

Trigo


Felipe Trigo es un corruptor de menores y un corruptor del idioma español», afirmó categórico Clarín. Nacido en Villanueva de la Serena en 1864, Trigo fue el escritor más leído y exitoso durante las dos primeras décadas del siglo XX; tan popular como polémico: pornográfico para unos, debelador inmisericorde de las lacras sociales y morales para otros.

«La ilusión viva de la realidad que describe es tan poderosa que la sentimos hasta en la piel», escribió José Bergamín. Las novelas de Trigo escandalizaron a la sociedad bienpensante; uno de los ejes de su narrativa es lo que denominaba Amor Total, la fusión en el amor sexual de la animalidad y la espiritualidad, única fuerza capaz de equilibrar lo afectivo y lo intelectual, la esfera individual y la social. Esa filosofía erótico-social era imposible sin la plena emancipación de la mujer, de la que fue firme defensor. Médico en pueblos de Badajoz y médico militar en unas Filipinas que luchaban por su independencia, abandonó la medicina por la literatura. Entre “Las ingenuas” (1901) y “Sí sé por qué” (1916), escribió un montón de novelas, algunas extraordinarias como “Jarrapellejos” o “El médico rural”, de un crudo realismo expresionista y con esa violencia textual tan propia de su prosa.

Trigo se pegó un tiro en 1916. Los poderosos ofendidos se vengaron en cuanto pudieron invisibilizándolo. El crítico Rafael Conte escribió ya en 1976: «El silencio crítico y editorial sobre la obra de Trigo es una de las injusticias más flagrantes de nuestra historia cultural reciente».