GARA
DONOSTIA

La madre de Santi Coca recuerda en el juicio las últimas horas con su hijo

Fátima Hacine, madre de Santi Coca, fallecido tras recibir una paliza en abril de 2019 en el exterior de una discoteca de Donostia, testificó ayer en la tercera jornada del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de Gipuzkoa contra cinco jóvenes que se enfrentan a una petición de veinte años de cárcel. Un sexto procesado se encuentra huido de la justicia.

Durante su declaración, que prestó el mismo día en que su hijo hubiera cumplido 22 años, Hacine recordó las últimas horas que pasó con él, después de regresar al domicilio de la capital guipuzcoana tras haber pasado tres semanas en Londres con unos familiares.

La madre explicó que Santi se encontraba «entusiasmado» a su regreso de Inglaterra y que tras comer con ella, aquella noche iba a salir con su hermano Iker. «Yo me acosté y luego ya Iker me llamó diciendo que estaba en una ambulancia y que Santi no estaba bien. Fue la última noticia suya que tuve», rememoró.

ALEGRE Y CARIÑOSO

Detalló que cuando ella llegó al hospital le dijeron que su hijo estaba en «muerte cerebral», y estuvo dos noches en la UCI, en las que pidió a los médicos que le dejaran «estar con él» porque le habían informado de que «era irreversible». Describió a su hijo como lo «contrario» a alguien agresivo. «Era alegre, cariñoso, súper respetuoso», explicó Hacine, quien añadió que revivir ahora los hechos para el juicio le ha supuesto otra vez una «depresión» y «revolver el dolor» sufrido entonces.