«No podemos ser ignorados», clamó el líder del partido neerlandés de extrema derecha PVV, Geert Wilders, que ganó las elecciones generales celebradas ayer en Países Bajos y, según los sondeos a pie de urna publicados al cierre de los colegios electorales, logró 35 de los 150 escaños del Parlamento.

Si se confirman estos resultados, la victoria del xenófobo Wilders en estos comicios es mucho mayor de lo que habían predicho todas las encuestas en los últimos días, y el PVV duplicaría los actuales 17 escaños que tiene como partido de la oposición.

Le sigue el bloque de izquierdas formado por el socialdemócrata PvdA y los verdes GroenLinks, que encabeza el ex vicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans, que obtendría 26 escaños. El tercer puesto sería para el liberal de derechas VVD, liderado por Dilan Yeşilgöz y al que pertenece el primer ministro en funciones, Mark Rutte, que sufriría un golpe electoral y se quedaría solo con 23 escaños frente a los actuales 34. En cuarto lugar se situaría el recién creado Nuevo Contrato Social, del democristiano Pieter Omtzigt, que entraría en el Parlamento con 20 escaños.

De los 26 partidos que se presentaron a los comicios, 16 han logrado representación parlamentaria, aunque, a excepción del PVV, VVD, NSC y el bloque de Timmermans, ninguno ha superado la barrera de los 10 escaños.

El partido liberal de izquierdas D66 ha perdido 14 escaños tras su paso por la coalición del gobierno saliente, y se queda con 10 diputados.

El partido de los campesinos BBB logra 7 escaños, seguido de Llamada Democristiana CDA, que pasa de 15 a 5, también tras haber formado parte del Gobierno. El Partido Socialista tiene 5 y el Partido de los Animales se queda con 4, mientras que la ultraderecha Foro para la Democracia, el conservador Unión Cristiana y el partido calvinista SGP lograrían tres escaños cada uno.