El largometraje documental de Ana Ramón Rubio no solo cuestiona la revolución tecnológica y financiera que representa el mundo de las criptomonedas, sino que también se sumerge en la adicción de la propia directora a este universo, lo que provocó consecuencias adversas en su vida personal.

A través de la voz de expertos, se debate si las criptomonedas son una innovación sin precedentes o simplemente una utopía financiera destinada al fracaso. Sin embargo, detrás de esta exploración, el documental revela el viaje de la directora hacia la recuperación de su pasión por el cine, la vida y, especialmente, por reconquistar el amor perdido debido a su obsesión con el trading.

Ana Ramón Rubio describe la experiencia del trading como un reflejo del amor, donde las primeras etapas de la relación se asemejan a la adicción: el deseo creciente, la búsqueda de emociones fuertes y la necesidad constante de estar “en la operativa”. Es un esfuerzo de transformar una adicción en una creación audiovisual y en una declaración de amor hacia sí misma y sus emociones compartidas con su compañero sentimental, el músico Ximo Cardona.

AMALGAMA DE ESTILOS

Tanto las aportaciones que realizan los expertos, analizando este fenómeno, como la propia experiencia de la directora están tejidas mediante una amalgama de estilos y géneros, fusionando la narrativa de ficción, el formato documental, la comedia romántica y hasta videoclips. Se despliega con todo ello un híbrido sugerente y teñido de un humor castizo que en ocasiones bordea lo absurdo.

Con este mestizaje visual y narrativo, la directora ha creado un relato original, en el que utiliza sus vivencias de manera irónica, triste y, a la vez, rebosante de humor y ritmo vertiginoso.