Nerea GOTI
25N: DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

La calle pone el foco sobre las violencias en los cuidados

Miles de personas exigieron ayer en las calles vidas libres de violencia machista en movilizaciones que nombraron sus diferentes expresiones, destacando las violencias que rodean a los cuidados, con la vista puesta en la huelga general feminista del 30N.

En la otra página, imagen de la cabecera de la manifestación que recorrió Bilbo. Sobre estas líneas, la protesta en Donostia, y al lado, las movilizaciones de Iruñea y Baiona por el 25N.
En la otra página, imagen de la cabecera de la manifestación que recorrió Bilbo. Sobre estas líneas, la protesta en Donostia, y al lado, las movilizaciones de Iruñea y Baiona por el 25N. (Marisol RAMIREZ-GORKA RUBIO -Jagoba MANTEROLA-Patxi BELTZAIZ | FOKU)

Movilizaciones en multitud de municipios y barrios exigieron ayer en las calles de Euskal Herria «vidas libres de violencia machista» con mensajes que pusieron el foco en la multitud de expresiones que tiene la violencia machista, desde las más extremas -denunciaron las cinco muertes registradas en Euskal Herria en lo que va de año- hasta las más sibilinas y ocultas. En Iruñea, por ejemplo, la protesta puso el foco sobre el hecho de que un 90% de las agresiones se produzcan en el entorno más cercano a la víctima, una cuestión sobre la que llamaron a las instituciones a actuar. «No se pongan tanto lazo» y empiecen a «trabajar para erradicar esta violencia», interpelaron a los responsables políticos, como en lo que respecta a eliminar la violencia que rodea al actual sistema de cuidados, el otro eje central de las protestas.

COMÚN Y DEVASTADORA

En Bilbo, miles de personas secundaron la marcha convocada por el Movimiento Feminista con un punto de partida: «denunciar que la violencia machista que sufren las mujeres y niñas es una de las violaciones de derechos humanos más extendidas y devastadoras del mundo actual».

La nutrida manifestación, que arrancó en el Sagrado Corazón, denunció que la violencia contra las mujeres en sus diferentes formas no es casual sino un «instrumento» en manos del actual sistema «capitalista, heteropatriarcal y racista para mantener el control y la jerarquía sexual a través del miedo y la subordinación de las mujeres».

En la capital vizcaina abrió la marcha una gran bandera con el símbolo del feminismo y una pancarta principal tras ella con el lema “Indarkeriarik gabeko bizitzak. Vivas, libres y organizadas”. A la cabeza de la manifestación marcharon tambien mujeres con banderas palestinas. De hecho, el manifiesto que cerró la movilización en Bilbo arrancó con un mensaje de solidaridad con las mujeres palestinas, «porque las feministas siempre hemos defendido la vida, la memoria y su futuro, y también defendemos la soberanía de los pueblos y su derecho a luchas por la justicia, no nos vamos a quedar calladas ante semejante genocidio», indicaron las convocantes.

DE MUCHAS FORMAS

Buena parte de los mensajes lanzados en el transcurso de la manifestación enumeraron algunas de las expresiones de violencia a través de eslóganes como “No tener papeles también es violencia” o “Trabajo de interna, también es violencia”, al igual que contra el antigitanismo. De hecho, un grupo de mujeres ataviadas con la enseña del pueblo gitano tuvieron un activo protagonismo en la movilización.

En el habitual tono festivo y reivindicativo en defensa de la lucha feminista, a conocidas reivindicaciones como “Kaleak, gauak, gureak dira” se sumaron multitud de carteles y lemas como “Marlaska, canalla, salta tú la valla”.

Al término de la movilización, el manifiesto, leído en el Ayuntamiento, incidió en que los datos que reflejan un incremento de denuncias están ahí, pero, a su vez, «no reflejan la realidad en su totalidad, porque no hacen una lectura integral y justa de todas las violencias que sufrimos».

«Nos agreden de muchas formas y en muchos espacios», señalaron, destacando que la violencia también se cruza con cuestiones como la edad, la clase social, el racismo, la diversidad funcional o la situación administrativa. A este respecto subrayaron que la lucha de las mujeres mayores y pensionistas es un referente para la lucha feminista.

A este se sumó otro marcado reconocimiento a la «fuerza revolucionaria» de las mujeres migradas, racializadas, gitanas y trabajadoras del hogar y de cuidados. «Sois una gran fuerza revolucionaria que aporta nuevas perspectivas al Feminismo de Euskal Herria», subrayaron, al tiempo que aludieron al actual sistema de cuidados y las violencias que envuelve, «porque la obligación de cuidar, la precariedad laboral, las condiciones de trabajo infames, la no valoración de los trabajos de cuidado que realizamos en su gran mayoría todas las mujeres y el no tener acceso a cuidados dignos también es violencia».

«DEJAD DE ESCAQUEAROS»

«¡Hombres, dejad de escaquearos!¡Corresponsabilidad ya!, reclamaron portavoces del movimiento feminista en ese manifiesto final, antes de recordar que el derecho a los cuidados es colectivo, que este debe separarse de situaciones de subordinación, y que es el derecho a decidir «cuánto, cómo y a quién qeremos cuidar», así como «cuánto, cómo y por quién queremos ser cuidadas» y el derecho a decir no a los cuidados.

«Que nunca más una mujer tenga que inmolar su vida ante las obligaciones del cuidado», señalaron, en defensa de pasos que abran el camino a un sistema público comunitario de cuidados, una reivindicación que, dijeron, «supone transformar radicalmente la organización social, heteropatriarcal, capitalista, colonialista y capacitista». Como en las otras capitales, llamamientos a secundar la Huelga Genral Feminista convocada para este jueves, 30 de noviembre, despidieron las movilizaciones.

Con vistas a esa convocatoria, en la movilización realizada en Donostia, portavoces del movimiento feminista recordaron que «así como los golpes matan, la precariedad también mata».