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Vuelve el horror de los bombardeos tras expirar el frágil alto el fuego

Los habitantes de la Franja de Gaza amanecieron ayer bajo el fuego de intensos bombardeos después de que expirara la frágil tregua de una semana acordada por Israel y Hamas y que permitió el canje de rehenes y la entrada de una escasa ayuda. La brutal ofensiva israelí se cobró ayer la vida de al menos 180 palestinos mientras Qatar y Egipto se esforzaban por lograr otra tregua.

Una mujer, con el cadáver de su hija de cinco años en sus brazos, es reconfortada en Rafah.
Una mujer, con el cadáver de su hija de cinco años en sus brazos, es reconfortada en Rafah. (M. ABED | AFP)

La frágil tregua de siete días solo fue un paréntesis en la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza que ha devastado el norte del enclave y se dispone a arrasar el sur, donde también se refugia la población civil desplazada, permitiendo el intercambio de rehenes entre Israel y Hamas y la entrada de ayuda humanitaria que ha servido para paliar las necesidades mínimas, que no básicas, de los gazatíes. Una brutal agresión que ha dejado, según el último balance de las autoridades sanitarias de Gaza, casi 16.000 muertos, 6.000 de los cuales son menores de edad, y unas 7.000 personas siguen bajo los escombros, 2.000 de ellas niños. Ayer, primer día de la reanudación de los ataques, el Ejército israelí mató a 178 personas, tres de ellas periodistas -ya son 71 desde el 7 de octubre-.

A las 07.00 horas (06.00, hora de Euskal Herria) expiró el alto el fuego tras el fracaso de qataríes y egipcios de lograr una nueva prórroga y pese a una oposición internacional cada vez mayor, y el estruendo de las explosiones volvieron a sacudir la Franja, sembrándola de norte a sur con colosales hongos grises de humo y polvo, que dieron paso a los gritos de horror.

La tregua de siete días negociada por Qatar y Egipto ha permitido la liberación de 105 rehenes israelíes en manos de Hamas y de 240 palestinos en poder de Israel, así como la llegada de ayuda humanitaria, aunque insuficiente. El paso de Rafah quedó cerrado ayer.

El Ejército israelí confirmó ayer la muerte de cinco israelíes en poder de Hamas y dijo haber atacado «más de 200 objetivos terroristas».

Israel y Hamas se culparon mutuamente de la ruptura del alto el fuego, mientras Qatar y Egipto seguían ayer haciendo todos los esfuerzos posibles para un nuevo acuerdo.

«LA MADRE DE TODOS LOS GOLPES»

El movimiento islamista dijo haber propuesto un «intercambio de prisioneros y personas ancianas», y la entrega a Israel de los cuerpos de los israelíes muertos en los bombardeos sionistas. Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a Hamas de «violar el acuerdo» y «disparar cohetes» contra Israel. Un portavoz de su Gobierno aseguró que «Hamas recibirá la madre de todos los golpes», mientras el movimiento islamista prometió responder «con firmeza».

EEUU, que acusó a Hamas de incumplir sus compromisos, advirtió a Israel contra la reanudación de la ofensiva a menos de que tenga un plan para evitar muertes y desplazamientos masivos de civiles, como ocurre desde el 7 de octubre.

Israel lanzó octavillas en el sur de la Franja, instando a los habitantes de Jan Yunis, considerada a partir de ahora una «peligrosa zona de combate», a que se desplazaran hacia Rafah, también bombardeada.

Según las autoridades gazatíes, miles de refugiados se encuentran en el Hospital Nasser, en Jan Yunis, mientras que Rafah «es hoy una ciudad azotada por el desastre, pues la ayuda médica que entró durante la tregua solo alcanza para un día». Antes de la tregua, la situación ya era catastrófica y no solo en el arrasado norte.



Israel conocía el plan de Hamas, según NYT

Las autoridades de Israel conocían los planes de ataques de Hamas desde hace al menos un año, pero los descartaron al considerarlos demasiado complicados para llevarlos a cabo, según “The New York Times”. Citando «documentos, correos electrónicos y entrevistas», asegura que el plan, de 40 páginas y llamado “Jericho Wall”, describía con gran precisión un asalto sorpresa como el que Hamas realizó el 7 de octubre. Contemplaba el uso de drones para acabar con las cámaras de seguridad a lo largo de la frontera y la entrada masiva de militantes a pie, en motocicleta y en parapente, aunque no fijaba una fecha para la operación. Responsables militares israelíes no creyeron que un ataque de tal magnitud fuera posible, y dudaron de que el plan hubiera sido aceptado por el movimiento palestino. No está claro si el primer ministro, Benjamin Netanyahu, u otros líderes políticos tuvieron acceso a los documentos, según el periódico.GARA