Raimundo FITERO
DE REOJO

Competencia desleal

Una duda metódica, ¿existe competencia leal o envidia sana? Los subterráneos de nuestra mismidad nos hacen sentir sensaciones contradictorias cuando la envidia se apresura a nublarnos el discernimiento o cuando el competidor directo logra una posición privilegiada en los estudios, la carrera pedestre o las inversiones bursátiles. La envidia no es causa penal ni administrativa, pero la competencia en todos sus sentidos, direcciones y graduaciones está regulada y controla varios de los mecanismos históricos que hacen, en teoría, que todos podamos llegar a ser presidentes de un gran banco o de la comunidad autónoma donde residimos.

Despertarse con las atrocidades incesantes de Israel en Gaza que nos llegan con testimonios y audios de bombardeos que nos provocan hasta una sensación de olor a muerte y a gases prohibidos, y una vez asumida nuestra insignificancia histórica porque de nuevo la impotencia nos acompaña de manera irrevocable, recibir el impacto de una noticia de alcance, en la que se nos avisa de que ochenta y tres medios de comunicación de los grupos editoriales más grandes del Estado español han denunciado a Meta, antes Facebook por competencia desleal, hace que este sintagma se vuelva en contra nuestro y se escurra por las comisuras de nuestras convicciones más acomodaticias.

Los grandes tenedores de cabeceras de periódicos y medios audiovisuales, los acaparadores de recursos publicitarios en todos los órdenes se sienten amenazados por Meta. Y el uso de los datos personales ¿Tendrán razón o simplemente se trata de una treta?