Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
UNA NOCHE CON ADELA

La venganza es mía

Hugo Ruiz, en su faceta como guionista y director, ha asumido un gran riesgo a la hora de dar forma y sentido a este notable debut cinematográfico, creando la ilusión fílmica de haber rodado todo mediante un plano secuencia. Laura Galán impregna al personaje principal con dosis de rabia, furia y resentimiento. Interpreta a una barrendera nocturna en un Madrid gélido, amarillento y muy poco fotogénico. En este escenario llevará a cabo su venganza meticulosamente calculada contra las personas que la convirtieron sin piedad y egoístamente en “basura humana”, al tiempo que impide que cualquiera o cualquier cosa se interponga en su misión. De esta manera, lo que inicialmente podría ser una nueva versión de “Taxi Driver”, en la segunda parte del fiilme da un giro inesperado arremetiendo contra la falta de respeto, nuestra esclavitud a las apariencias sociales externas, el racismo, las restricciones impuestas a nuestra vida por otros y la hipocresía dentro de la familia.

Un filme políticamente incorrecto y sustentado en una trama inquietante, donde hay más conflictos enquistados que finales felices. Curiosamente, el momento más relajado se manifiesta con el conocido tema de la banda navarra El Columpio Asesino titulado “Toro”. El resto es angustia, suspense y claustrofobia. Ruiz ha querido exprimir al máximo las posibilidades que le ofrecía su protagonista, delegando en la actriz que sorprendió en su rol protagonista de “Cerdita” todo el peso dramático y feroz de una mujer en busca de un ajuste de cuentas. Pero ese exceso de mostrarse en constante estado de enfado provoca que haya momentos en los que se resiente su armazón dramático. Es una lástima que este prometedor debut de Ruiz se haya visto lastrado por sus subrayados.