La eterna comedia familiar y navideña

Hace aproximadamente un año, en estas fechas, se estreno en cines la peculiar confrontación entre los Reyes Magos y Santa Claus que dotaba de sentido a “Reyes contra Santa”, y ahora nos toca un nuevo acercamiento navideño acorde a estas fechas.

La premisa inicial de la nueva película de Joaquín Mazón se sustenta en un esquema muy monótono. Todo se resume en un intento desaforado por rescatar la Navidad debido a que Santa Claus -encarnado por Santiago Segura, el nuevo rey de la comedia familiar estatal-, aquejado por una enfermedad prolongada, se encuentra incapacitado para distribuir los regalos. “La Navidad en sus manos”, al igual que tantas comedias familiares, se centra en el eje de la paternidad como la principal fuente de humor. La transformación del personaje interpretado por Sevilla y su relación con su hijo son cruciales para el desarrollo de una trama evidente.

Mazón, para colmo de males, potencia el artificio exaltando los valores familiares, un clásico recurrente en las películas de este corte. El personaje de Sevilla representa de manera convincente a un padre desastroso, dentro de un conjunto simplón y predecible. Todos los personajes principales no son más que arquetipos que ya hemos visto infinidad de veces, empezando por el hijo del protagonista que se convierte en objetivo de burlas de otros chavales. Sobre ello, habría que resaltar el horrible y edulcorado tono que el filme emplea para abordar cuestiones tan dolorosas como es el bullyng.

Curiosamente, la principal virtud del filme -más allá de las correctas interpretaciones de Ernesto Sevilla, Pablo Chiapella y una desmelenada María Botto-, radica en su propia evidencia. Es decir, no engaña y es posible hasta que guste a quienes entren al cine para disfrutar de este tipo de productos familiares.