Macron insistirá con la ley de inmigración pese al revés parlamentario

A pesar del bofetón recibido en la Asamblea Nacional, el proyecto de ley sobre inmigración de Emmanuel Macron continuará su recorrido en una comisión mixta. Los grupos de la oposición, desde la izquierda a la ultraderecha pasando por Los Republicanos, que hasta ahora habían evitado posicionarse de manera tan clara, se unieron en un sonoro rechazo del proyecto, incluso antes del inicio de su examen.

El presidente de la República criticó en el Consejo de Ministros el «cinismo» de los opositores que quieren «bloquear el país». En un ambiente tenso, la primera ministra, Elizabeth Borne, reprochó a la izquierda «la decisión deliberada de llegar a un compromiso con la extrema derecha».

«Váyase lo antes posible», acababa de decirle la líder de los diputados de la Francia Insumisa, Mathilde Panot, mientras que el jefe del grupo PS, Boris Vallaud, le pedía retirar «este texto que no satisface a nadie». Macron insistió en que defenderá el proyecto de ley y convocará «una comisión mixta», un recurso que reúne a siete diputados y siete senadores a puerta cerrada para intentar acordar una versión del texto, que aún debería ser votada por el Senado y la Asamblea Nacional, donde se prevén concesiones a la derecha.

«Los Republicanos tendrán que ser razonables al eliminar los artículos inconstitucionales. La mayoría también tendrá que dar un paso y aceptar en parte lo que rechazaron ayer», dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, que llegó a presentar su dimisión, rechazada por Macron.