Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
LA SOCIEDAD DE LA NIEVE

Solidaridad y empatía al borde de la muerte

La primera duda que nos asalta cuando visionamos la película es evidente y se traduce en una pregunta. ¿Qué puede aportar a sabiendas de que ya hay una versión anterior y un documental homónimo que se basa en el mismo material? La respuesta es inmediata y parte del propio talento de Bayona como creador de imágenes de gran calado y, a la vez, de gran impacto emocional.

La principal virtud del filme la encontramos en sus pequeños detalles, los cuales subrayan la tensión, el miedo y las dudas que albergan los protagonistas. Todo ello mediante unos planos brillantes que sacan a relucir las virtudes del director catalán. Por contra, el problema de “La sociedad de la nieve” radicaba en que todo el mundo sabe los pormenores de la tragedia aérea que compartió un equipo de rugby uruguayo que, rumbo a Chile, se estrelló en el corazón de la Cordillera Andina. Solo 29 de sus 45 pasajeros sobrevivieron al accidente.

UNA SITUACIÓN AL LÍMITE

Atrapados en un entorno natural agreste y sacudidos por el frío y el hambre, compartieron una sobrecogedora gesta que tuvo su continuación en el viaje que emprendieron dos de ellos para buscar ayuda. Se trata de una obra de gran fuerza visual y vigor narrativo. La inquietante espectacularidad que emana de los restos del avión sepultados en la nieve contrasta con las distancias cortas que comparten los supervivientes en momentos cruciales como la progresiva naturalidad que asumen cuando se alimentan con los restos de sus compañeros muertos. En su relato, queda evidente que el director de “Lo imposible” ha querido resaltar los valores humanos que somos capaces de sacar a relucir en situaciones muy extremas, como la empatía y el compañerismo. En este sentido, merece la pena destacar la labor de su joven y desconocido reparto coral.