GARA Euskal Herriko egunkaria
GESTIÓN DEL GOBIERNO DE LAKUA

Urkullu acusa de catastrofista a EH Bildu y dice no saber la fecha electoral

Último pleno de control del año y quizá de la legislatura. Y para que el lehendakari Iñigo Urkullu pudiera decir que su Gobierno va a seguir trabajando, el PNV le puso alfombra roja con su pregunta. Menos complaciente fue EH Bildu, que volvió a ser acusada de catastrofista.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, tuvo que responder a toda la oposición. (EUSKO LEGEBILTZARRA)

Cruce de datos y de adjetivos en el último pleno de control del año. Si Iñigo Iturrate, del PNV, destacó el buen trabajo realizado por el Gobierno en tiempos difíciles, dando pie a que el lehendakari, Iñigo Urkullu, se explayara anunciando que todavía a sus consejeros les quedan un centenar de actuaciones para completar el programa comprometido, Nerea Kortajarena, desde las filas de EH Bildu, señaló que los problemas se siguen acumulando mientras la «autocomplacencia» de los mandatarios impiden que se corrijan. Primero Iturrate y después el propio Urkullu le acusaron de catastrofista.

Había cierto aire de cierre de etapa en el pleno de control de este viernes y a ello contribuyó, quizá sin pretenderlo, el propio PNV. Iñigo Iturrate le preguntó al lehendakari sobre los principales retos que tiene el Gobierno de Lakua para los próximos meses. Pero para llegar a ese punto, el parlamentario jelkide hizo una especie de balance del trabajo realizado por el Ejecutivo autonómico en estos años «difíciles» en los que «una crisis se ha encadenado con la siguiente» y se apoyó en «datos objetivos, resultados que miran a Europa. Son positivos. Muestran el avance de un país que trabaja con la filosofía del auzolan en pos del bien común».

Además de alabar a los suyos, y aunque los plenos de control no son para el debate entre grupos, Iñigo Iturrate -que no repetirá en la próxima legislatura- aprovechó su turno de palabra para criticar a la oposición, a la que calificó de «profetas de la desgracia integral» y de «portavoces jeremíacos» de «un país solo en negro». Y les acusó también de estar ya en campaña electoral.

URKULLU: «NO SÉ CUÁNDO SERÁN LAS ELECCIONES»

Después de felicitar al lehendakari por su trabajo, Iturrate bromeó con que «ahora llega el momento que todo el mundo espera, en el que le pongo contra las cuerdas y le pregunto cuándo piensa convocar las elecciones». Pero, como se conocen desde hace tiempo y sabe que «va a seguir trabajando hasta el último momento», cambió esa pregunta por la de los principales retos del Gobierno para los próximos meses.

El lehendakari agradeció su intervención a Iturrate. Y, por cierto, en una posterior respuesta a Carlos Iturgaiz, Iñigo Urkullu aseguró que «no sé cuándo van a ser las elecciones». Lo que provocó la risa en la Cámara, incluso entre los propios consejeros.

Aprovechando la pregunta de su grupo, el lehendakari aseguró que los miembros de su Ejecutivo tienen todavía un centenar de acciones pendientes para cumplir el programa de gobierno, y expuso algunos de ellos. Urkullu aseguró que «seguiremos trabajando con toda la fuerza e ilusión. Tenemos trabajo por delante y tiempo para redondear el programa que es un contrato con la ciudadanía».

KORTAJARENA, TXAGORRITXU Y EL SOCIÓMETRO

Fue llamativo que al finalizar su intervención de respuesta a Iñigo Iturrate, el lehendakari se marchara del atril mirando a Nerea Kortajarena, que fue la siguiente en tomar la palabra. La parlamentaria de EH Bildu señaló que «los problemas estructurales se han incrementado» y preguntó a Urkullu «qué lecciones ha aprendido».

El lehendakari aseguró que el de ayer era solo el último pleno de control de este año, nada más, y que por lo tanto no es todavía momento de hacer balance, repitiendo que hay trabajo por hacer.

Nerea Kortajarena, en su nuevo turno de palabra, recordó que en los últimos días en el hospital de Txagorritxu ha habido hasta 16 horas de espera en Urgencias y hasta de una hora para el triaje. También que el propio Departamento de Vivienda ha señalado que más de la mitad de la población de la CAV vive en «zonas tensionadas». La portavoz de EH Bildu sostuvo que «no se pueden resolver los problemas si no se reconocen» ni negar las vivencias de la propia ciudadanía.

Tomando los datos del Sociómetro, que realiza la propia Lehendakaritza, Nerea Kortajarena expuso que en 2019 solo el 7% de los encuestados decía que los servicios públicos eran malos, y en 2023 es ya el 23%. En cuanto a la sanidad, ha apuntado que ocurre algo similar. En 2019 era el 7% quien decía que la gestión era mala y en 2023 es el 34%. En relación a la política de vivienda, en 2019 era el 27% el que hacía una valoración negativa y en 2023 es el 42%.

La portavoz de EH Bildu aseguró que «los datos nos hablan de un deterioro, de una debilitación. Nos hablan de decadencia». Kortajarena terminó diciendo que ante este deterioro «necesitamos abordar un proceso de regeneración política e institucional, señor lehendakari Urkullu».

EL LEHENDAKARI MIRA AL EUROBARÓMETRO

El lehendakari le dejó claro que no está «de acuerdo con la tesis catastrofista de su pregunta» y le recomendó que repase el Eurobarómetro, donde «somos el tercer mejor territorio en servicios sociales». Añadió que «nunca en la historia ha habido tanta gente trabajando y cotizando, ni tampoco nunca se han dirigido tantos recursos a salud, educación o protección social».

Y, en cuanto a la existencia de problemas estructurales que hay en la CAV, Urkullu reprochó a Kortajarena que, frente a ellos, EH Bildu solo presentara enmiendas por 300 millones al Presupuesto. Una cantidad, cabe recordar, que el Gobierno consideró exagerada e inasumible.

Por otra parte, todos los grupos de la oposición criticaron el estado de la Enseñanza a raíz de los resultados ofrecidos por el estudio Pisa. El lehendakari mencionó la palabra «autocrítica» y dijo que había que mejorar en esos aspectos «y lo estamos haciendo». Pero en realidad sus respuestas a esas críticas fueron que la caída de resultados se había dado en todos los países, aunque con el matiz de que «sin embargo, no voy a recurrir al dicho popular de mal de muchos, ¿no?».