Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
DANCE FIRTS

Samuel Beckett ante su espejo humano y literario

Bajo la dirección de James Marsh, el filme nos presenta una serie de viñetas de la vida de Samuel Beckett desde la infancia hasta la vejez, entrelazadas con diálogos entre el propio escritor y él mismo. Aunque la premisa formal es ingeniosa, surge la duda sobre cuánta información logramos obtener sobre Beckett como hombre o artista, debido a que el director opta por un estilo preciosista en la ejecución de dichas escenas.

“Dance First”, se ve afectada por una suavidad estilística, a veces acogedora, pero tal vez distante de su protagonista. Es decir, que la pregunta de si los seguidores más acérrimos de Samuel Beckett se sentirán molestos por dicha lectura queda en el aire.

El título, tomado de la frase “Danza primero, piensa más tarde”, hace alusión a una cita del personaje Godot, pero sacada de su contexto irónico. Filmada en blanco y negro, la trama arranca en Estocolmo en 1969, durante la ceremonia en la que Beckett -interpretado por un excelente Gabriel Byrne- recibirá el Premio Nobel de Literatura. Sentado junto a su esposa Suzanne -interpretara por Sandrine Bonnaire-, murmura: «Qué catástrofe» -una opinión en realidad atribuida a ella-, y luego sube al escenario. En lugar de dar un discurso, sube una escalera que da a un vasto espacio cavernoso y entabla una conversación consigo mismo, encarnado por un Byrne vestido con su característica chaqueta de tweed.

Beckett, el premio Nobel, reflexiona sobre regalar el dinero del premio a través de la expiación hacia alguien a quien ha agraviado en su vida, pero surge la pregunta: ¿a quién? Los episodios posteriores trazan los orígenes de la culpa de Beckett, y a veces el resentimiento, hacia figuras en su vida, comenzando por su madre.