Raimundo FITERO
DE REOJO

Un mapa tuneado

No hay manera de escaparse al ataque de adoctrinamiento político religioso al que nos someten los medios de comunicación por acción u omisión. De tal manera que crece la sensación de que nadie sabe nada y que todos mienten desde su fragmentado conocimiento de lo que podría ser y nunca sabemos dónde empieza la realidad y dónde acaba el mero relato. Y digo más, cuanto más obvias parecen unas imágenes, unos documentos, más crecen las dudas metódicas que, probablemente, sea la única manera de reforzar la casi imposible independencia, esa entelequia que junto a la libertad convertida en icono pop nos corrompe todos los ideales más genuinos.

Un ejemplo, ¿por qué se nos ofrece de manera profusa un vídeo en donde un tipo entra en una sala donde hay una reunión de un ayuntamiento ucraniano, suelta unas granadas de mano que explotan y se produce una masacre? Si no se contextualiza, si no se explica quién es el autor, se queda todo en una macabra anécdota que no ayuda a nada más que a generar opiniones sesgadas, manipuladas, de una realidad cada día más intrincada e indigerible.

Es por ello por lo que cada día resulta más imposible hacer un mapa del mundo que se acerque a lo que es hoy la configuración de países, estados, naciones, influencias geopolíticas y demás asuntos que cuentan en el mercado del oro. Compruebo que desconozco más países con estado, gobierno, constitución y ejército, que los que conozco. Y los conocidos cada día son más escurridizos.

Por lo tanto, el mapamundi tuneado puede ser un buen regalo.