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Donostia y Defensa certifican la compraventa de los cuarteles de Loiola

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, firmó en Madrid el traspaso de los terrenos de los cuarteles de Loiola, aunque los militares podrán permanecer otros cuatro años, mientras construyen un nuevo acuartelamiento en el cercano solar de la Hípica. Se abonaron 5 de los 73 millones pactados. Contemplan la construcción de entre 1.500 y 1.700 viviendas.

Los protagonistas de la firma posaron en la sede del Ministerio español de Defensa. (DONOSTIAKO UDALA)

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, y la concejala de Urbanismo Sostenible, Nekane Arzallus, rubricaron ayer en la sede del Ministerio español de Defensa, en el Paseo de la Castellana de Madrid, el acuerdo de compraventa de los terrenos de los cuarteles de Loiola. La secretaria de Estado de Defensa, María Amparo Valcarce, firmó el documento en nombre del Ejecutivo español.

Al término del acto, Goia subrayó que se trata de un hito histórico que «nos permite recuperar un espacio actualmente de uso privado militar para destinarlo al uso público de la ciudad», al igual que hace un siglo se llevó a cabo «la compra al mismo Ministerio de la zona militar del monte Urgull y el convento de San Telmo».

El alcalde explicó que el futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), ahora en sus fases iniciales, concretará «el planteamiento del nuevo ámbito, cuyos primeros esbozos se realizaron para poder tasar un precio por el ámbito e incluían la construcción de entre 1.500 y 1.700 viviendas». De ellas un 60% serán, si no hay cambios, en régimen «libre», mientras que el 40% restante será de protección, una mitad «tasada» y la otra mitad «social»

Los militares tienen un plazo de cuatro años para abandonar las instalaciones. El delegado del Gobierno español en la CAV, Denis Itxaso, indicó que en ese plazo se mudarán «a un nuevo cuartel que se edificará en la zona situada al otro lado del río Urumea, la Hípica, también propiedad del Ejército».

Eneko Goia entiende que para entonces el diseño de ese espacio de 175.000 metros cuadrados estará finiquitado y se podrán comenzar las obras, y enumeró «tres prioridades: la creación de un parque de vivienda; la dotación de equipamientos públicos; y la plena integración del río Urumea en el nuevo ámbito, para reforzar su valor natural, paisajístico y ecológico». Se prevé la construcción de dos puentes y la elevación de la cota en dos metros y medio para evitar la inundabilidad.

El precio de la compraventa asciende a 73,3 millones, de los cuales ayer se abonaron 5 millones. El Ayuntamiento se encuentra negociando con diferentes entidades bancarias la concesión de préstamos para poder completar el pago en cuanto se firmen las escrituras, trámite que se formalizará en un plazo máximo de seis meses.

La firma se produce trece meses después de que se anunciara el acuerdo que incluía, además de los cuarteles, «otros dos ámbitos anejos que albergan otras instalaciones militares, así como varias parcelas rústicas en el monte Ulia».

Itxaso, que fue concejal durante la época de Odón Elorza, apuntó que «es el colofón a décadas de trabajo de diferentes corporaciones y alcaldes para hacerse con unos terrenos preciosos para el desarrollo de vivienda pública, en una ciudad con una presión urbanística desmesurada».

NO A UN NUEVO CUARTEL.

Coincidiendo con esta firma, la iniciativa ‘‘Kuartel berririk ez!’’, formada por más de treinta entidades, mostró su rechazo a la posibilidad de que el Ejército español construya «una nueva instalación militar en terrenos de la Hípica o en algún otro lugar de nuestro territorio».

Este colectivo consideró que el Ayuntamiento «no debería haber pagado ni un céntimo por estos terrenos, que tenían que haber pasado a manos de la ciudad gratuitamente»; y recordó que «los diversos ejércitos se hicieron dueños del espacio público, y después esos espacios han sido objeto de sucesivas ventas especulativas. La ciudad tuvo que pagar grandes cantidades para recuperarlas».