Esta coproducción vasco-gallega suscitó mucho interés cuando recibió el Premio Especial del Jurado (Encounters) en el pasado Festival de Cine de Berlín. A este galardón se sumó el premio a la Mejor Película en el Festival de Tesalónica. Se trata del nuevo filme de Lois Patiño (“Lúa vermella”), el cual sigue explorando nuevas formas de expresión en el lenguaje cinematográfico, algo que ha caracterizado sus trabajo en corto y en largo dentro de la generación del Novo Cinema Galego. «La película «profundiza en algunas constantes que he ido explorando en mi trabajo: la reflexión sobre la relación entre el ser humano y el paisaje, un interés antropológico centrado especialmente en lo mítico y espiritual o la voluntad de llevar al espectador a una experiencia íntima y meditativa», afirma.

Samsara es el ciclo budista de muerte y reencarnación. Desde los templos de Laos, conviviendo con monjes adolescentes, el filme sigue a un alma en su tránsito de un cuerpo a otro a través del bardo. Las palabras del “Libro tibetano de los muertos” nos sirven de guía para no perdernos por el más allá. Un recorrido lumínico y sonoro que nos llevará a reencarnarnos en las playas de Zanzíbar, donde mujeres trabajan en granjas de algas.

El resultado es una mezcla de belleza, poesía y espiritualidad que exige una predisposición por parte del público y una preparación previa con las instrucciones impresas en la pantalla antes de la inmersión o el viaje de un alma a otra, la transmigración que sustenta el filme. En la búsqueda de la trascendencia, Lois Patiño no ha dudado en romper moldes, alejarse la norma para acuñar el presunto concepto de “cine espiritual”. Según explica el director gallego, «todas mis películas nacen de la voluntad de explorar el lenguaje cinematográfico. Las imágenes no encierran un principio y final, sino que son un punto de partida».