GARA Euskal Herriko egunkaria
LIGA ACB

Por fin se acaba la mala racha en Miribilla

Killeya-Jones acaba con un mate. (Aritz LOIOLA | FOKU)

Después de cinco derrotas consecutivas en casa, Surne Bilbao Basket al fin conseguía ayer cortar esa mala racha. Pero eso sí, tuvieron que sobrevivir a sus propios errores, sobre todo a un segundo cuarto que durante un momento amenazaba con echarlo todo por la borda. El gran papel de los dos bases, la aportación de Hlinason en su retorno y otro gran partido de Sacha Killeya-Jones, acompañado por un público muy metido, propiciaron la voltereta.

Con el duelo en marcha, los de Ponsarnau llevaron la iniciativa en los diez primeros minutos, con Alex Renfroe mostrando una cara mucho más anotadora de lo que es habitual en él y encontrando a Killeya-Jones con facilidad. No obstante, Bàsquet Girona aguantaba con suficiencia ese primer tirón y de hecho, estuvo a punto de dejar el duelo visto para sentencia en el segundo acto, pasando del 22-17 a un 27-39 tras un parcial de 5-22.

SOBREVIVIR Y REMONTAR

Los vizcainos se vieron superados por un Girona comandado por el argentino Juani Marcos, más los puntos de Goloman e Iroegbu. No se rindieron y luego de conseguir un parcial de 7-1 lograron volver a engancharse al encuentro en tiempo de descanso: 34-40.

El paso por los vestuarios le vino de maravilla a Bilbao Basket. Aprovecharon el descanso para tomar aire y regresar a la carga, con la ayuda de un graderío que respondió al reclamo de su entrenador.

Los hombres de negro hicieron, con un quinteto en el que De Ridder dioun paso adelante, sumando no solo en defensa, sino también una canasta en los compases finales, en medio de un parcial de los bilbainos rompieron el partido, pasando del 68-66 a un 76-67 decisivo.