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Biden acelera la entrega de armas a Israel para la destrucción de Gaza

El Gobierno de EEUU ha vuelto a alegar una «emergencia» para saltarse el paso por el Congreso y acelerar otra entrega de armamento a Israel. Gaza acaba el año prácticamente destruida.

Una niña, atrapada entre los escombros de su casa. (AFP)

Más allá de tímidos llamamientos a «una nueva fase de la guerra», los EEUU de Joe Biden, que ha rechazado reiteradamente cualquier alto el fuego, han dado un nuevo impulso a la destrucción de Gaza.

El Departamento de Estado aprobó la venta a Israel de proyectiles de 155 mm y otros materiales extraídos de sus arsenales, por valor de 147.500 millones de dólares (unos 133.400 millones de euros), eludiendo de nuevo la aprobación del Congreso para acelerar su entrega alegando «una situación de emergencia que requiere la venta inmediata al Gobierno de Israel».

El pasado el 9 de diciembre ya eludió la aprobación del congreso para permitir la venta de 14.000 proyectiles antitanque con los que Israel está destruyendo las viviendas e infraestructuras de Gaza.

Hamas consideró que esta venta «de emergencia» es una prueba clara del «apoyo total de la administración estadounidense a «la matanza despiadada de niños y civiles, el desplazamiento forzado de residentes y la destrucción sistemática de la vida civil».

Desde 2016, bajo la presidencia de Barack Obama, EEUU ha proporcionado a Israel 3.800 millones de dólares en ayuda militar.

DESTRUCCIÓN

Gaza acaba el año prácticamente destruida. El norte está arrasado y la hambruna afecta a casi toda la población que queda. El centro está siendo objetivo de los tanques y aviones israelíes con decenas de muertes diarias. Y en el sur se hacinan cientos de miles de personas que también son bombardeadas y apenas comen a diario. Casi un 70% de los aproximadamente 439.000 hogares de la Franja y cerca de la mitad de todos sus edificios han quedado dañados o destruidos por Israel, que ha lanzado aproximadamente 29.000 bombas sobre el enclave desde el 7 de octubre. En comparación, entre 2004 y 2010, EEUU lanzó 3.678 bombas sobre todo Irak.

El Ejército israelí ha destruido iglesias bizantinas, mezquitas, fábricas, edificios de viviendas, cines, cementerios y escuelas. De estas últimas, dos terceras partes -unas 342- presentan daños. La mayor parte de los 36 hospitales de la Franja han quedado inhabilitados y solo ocho aceptan ya pacientes.

El análisis de las imágenes efectuado por expertos de las universidades de Nueva York y del Estado de Oregón revela que el daño es especialmente acusado en el norte del enclave, donde ocho de cada diez edificios están dañados o destruidos. También ha desaparecido el 68% de la infraestructura de comunicaciones, y el 20% del terreno cultivable de la Franja ha quedado inutilizado.

Incluso si hoy parara la agresión, la organización humanitaria Shelter Cluster estima que hará falta al menos un año solo para retirar los escombros y facilitar así la tareas de retirar los explosivos que hayan quedado sin detonar.

En esta devastación, Israel ha matado ya a 21.672 personas, tras las 165 muertes de las últimas horas. Otras 7.000 siguen bajo los escombros y 5.300 más pueden morir por heridas o enfermedades graves si no son evacuadas al extranjero, según el Ministerio de Sanidad gazatí.