Raimundo FITERO
DE REOJO

Viveros clandestinos

O existen viveros clandestinos o hay vida en algún exoplaneta donde se fabrican de manera seriada portavoces del PP. Sospechábamos la existencia de esos lugares donde un laboratorio secreto nos proporcionaba una lluvia fina de directivos de clubes de fútbol, concejales de Cultura y asesores diversos que podían mutarse en tertulianos, pero la insistencia en cambiar cada pocos meses de portavoz que tiene el líder melifluo de la derecha más extrema nos deja en la corrosiva duda investigadora.

La nueva estrella se llama Miguel Tellado, es gallego de cara redondeada y colorete en los pómulos. Su acento le confiere un mágico poder de seducción, nos permite disfrutar unos cuantos segundos de esa magnífica aliteración de estilo, una sintaxis convexa, pero que, al poco, sus ojos saltones nos declaran su amor por la empanada política llena de mentiras, medias verdades y mono impulso de carácter seudointelectual que se emparenta con esa nada cambiante, pero que deja en prevención de mal uso a Borja Mari, Cayetana o incluso Hernando, que está entrenándose para lanzar hielos perennes de sus gintonics.

Lo que queda claro es que existe un entrenamiento, una disciplina férrea para hacer el ridículo de manera constante, para erigirse en defensores de un cosa y la contraria, en desdecirse en cuestión de horas, en no saber exactamente dónde está el norte. Debe ser el estilo Feijóo, ese señor taciturno que enmudece ante las situaciones más obvias y que parece destinado a formar parte del pabellón de honor los líderes perdidos. Y así pasan los días.