GARA Euskal Herriko egunkaria
Interview
LOREN JUARROS
Director deportivo del Málaga

«Dije al llegar que mi objetivo es estar diez años como en la Real»

Un día antes de la eliminatoria de Copa entre sus dos equipos, el de Ibarra transmite su deseo de repetir en Málaga lo que consiguió en la Real, llevarle con su confianza en la cantera de la peor situación de su historia deportiva y económica a la mejor. Es la referencia que se pone en una nueva etapa que comienza esta temporada desde un escalón inferior, la 1ªRFEF.

(Juan Carlos RUIZ | FOKU)

Si al cumplirse quince años de su llegada a la presidencia Jokin Aperribay repasaba hace unas semanas en GARA lo vivido desde entonces, el responsable deportivo de sus diez primeros también se siente orgulloso de su gestión. Empezó con un equipo en Segunda y unos fondos propios negativos de 42,9 millones y lo dejó en Europa con unos positivos equivalentes a 74,2, 117,1 de diferencia a base de beneficios todos los años que permitieron pagar todas las deudas, construir el nuevo Anoeta y acceder a jugadores de mayor coste económico.

Como jugador ganó una Copa en 1987, ¿pero valora más subir a Primera en 2010?

Diría que sí. La Copa tuvo repercusión, era algo muy grande, pero por encima de entrar en Europa, lograr el ascenso con un grupo de jugadores que muchos no esperaban que íbamos a ascender, ni mantenernos ni al tercer año jugar la Champions, está ese hito del ascenso porque nos saca de una situación complicada.

El club estaba en concurso de acreedores, el tercer año en Segunda y al límite. Era fundamental subir para solventar la crisis económica y volver a la normalidad y a los principios y valores de la Real, a apostar por la cantera. Cuando entramos Jokin y yo en la dirección deportiva, había dieciséis jugadores de fuera. La solución a estar en Segunda se buscaba fuera y cuando entramos decidimos que la solución, en lo económico y lo deportivo, tendría que venir por los activos propios generados en Zubieta.

Arranca en un clima de desconfianza y crispación social.

El riesgo era de desaparición. No solo por lo deportivo y económico, la institución estaba en peligro por el proceso vivido esos tres años y la llegada de Badiola, que puso al club en riesgo con una fractura total de la masa social. La parte fundamental de los jugadores debía ser de casa. Era la primera premisa. La cantidad económica que disponías no era importante para fichar. Se acertó con ellos y dieron rendimiento para complementar a los que generamos en Zubieta. El éxito fue mantener un rendimiento deportivo sin perder los patrones y los fundamentos de lo que se inició en 2008.

Pese a subir convivió siempre con un ambiente crítico.

Tras ascender, había jugadores y un entrenador que tenían una impronta social y tuvimos que tomar decisiones drásticas. Queríamos ir por otra vía, dar entrada a Iñigo Martínez y Asier Illarramendi y apostar por jugadores como Xabi Prieto, Agirretxe, Carlos Martínez o De la Bella. Parte de la masa social y la prensa nos decía que esos jugadores no eran capaces de ascender ni de mantenernos ni de llegar a Europa. Badiola generó una fractura social y mediática y no era fácil tomar decisiones impopulares con los que defendían que poco menos que había habido un golpe de Estado.

Es destituido en 2018 tras una eliminatoria ante el Salzburgo y unos meses en los que se junta todo, con lesiones de jugadores titulares y la salida de Iñigo Martínez.

Con esa eliminación aumentó un ambiente negativo alrededor de la dirección deportiva. La llegada de Roberto Olabe y su salida deja un caldo de cultivo propicio para que pasara algo alimentado por una parte de la prensa que desde el principio estuvo en contra. Hubo que pelear con muchas cosas y mantenernos firmes y es a lo que doy un mayor valor. A sostenernos en nuestra idea que dio al club viabilidad y estabilidad con un rendimiento deportivo que nos permitió entrar tres años en Europa.

Salir competiendo en Europa es una buena salida. Te elimina el Salzburgo, que parecía que no era nadie, pero llegó a semifinales y desde entonces ha competido en Champions. Y no acompañó nada porque nos empataron en el 94 en Anoeta y en la vuelta expulsaron a Raúl Navas, se lesionó Rulli y nos ganaron de penalti.

La Real jugó la Champions 2013-14 con una cuarta parte del presupuesto actual y esa Europa League con la mitad.

Con más dinero tienes más acceso a jugadores y a mantener a los que se forman. En aquellos años acababan de subir Oyarzabal y Zubeldia y a Le Normand lo fichamos para el Sanse, donde estaba Zubimendi. Las dos cosas supone incrementar la masa salarial y puede dar resultados como ahora para mantener la competitividad y estar en Champions.

Hay que controlar el riesgo. Tenemos el ejemplo del Sevilla, que tras años compitiendo en Europa y en la Liga, debe vender jugadores, flojea lo deportivo y aflora una deuda de 80 millones. Nuestro modelo fue estable, viable y de rendimiento, el club no hizo más que crecer y generamos una situación económica que permite tener un nuevo campo que ha supuesto un salto cualitativo. Todo ha sido fruto de ese trabajo inicial y de la continuidad que tiene ahora.

¿Por qué apuesta por Eusebio hasta el final cuando Imanol demostraba en el Sanse que era lo que necesitaba el equipo, como se vio ya ese año?

Eusebio nos dio dos temporadas de un fútbol fantástico. No he disfrutado tanto al ver a la Real como en ese momento, con respeto a los demás, que todos lo hicieron bien y cumplieron sus objetivos, menos Moyes, el mayor error que cometimos con un entrenador.

Fue un año difícil. Se va en enero Iñigo, aunque no contamos con él desde agosto porque estaba y no estaba. Tuvimos lesiones importantes. En lugar de fichar subimos a varios del Sanse y en ese tiempo apuesto por Imanol para el filial porque queremos dar un paso más en el modelo de juego y el tipo de futbolista. Lo entiende perfecto y, al estilo de juego atrevido, le añade ser más proactivos en defensa. Si estoy por mantener a Eusebio era porque se acusaba un desgaste por jugar dos competiciones. Pensaba que no era el momento de quitar a Eusebio y se mejora cuando salimos porque se concentra en la Liga.

Imanol da en esos partidos automatismos más de seguridad, no corre tantos riesgos y eso lleva a recuperar la excelencia. Mi obligación siempre es mirar en casa antes que fuera y sí hay un momento que le planteo a Imanol, no para hacerlo de manera inmediata, un futuro en el primer equipo y me dice que ni se me pase por la cabeza. Cuando salgo lo último que dije al Consejo fue "cuidad a Imanol porque creo que tenéis ahí un entrenador". No sé si había mucha confianza en él en el club porque entra, sale y vuelve a entrar. Para mí es un orgullo haber trabajado con técnicos de la casa como Jagoba e Imanol, como con Martín, Philippe o Eusebio.

Nos decía Aperribay que cambió la dirección deportiva para mejorar los procesos de trabajo. ¿igual es clave tener presupuestos superiores?

Todo está en función de lo económico. Me hubiera gustado tener doce ojeadores, más analistas, fisios... Teníamos una limitación económica y no había más proceso que ir sacando jugadores de abajo. Para nosotros lo más importante era la cantera. Quiero destacar el trabajo de Luki Iriarte en Zubieta. Algunos hemos tenido que trabajar con recursos limitados. Jokin Aperribay nos pidió una reducción de los servicios médicos, del cuerpo técnico... En la dirección deportiva estábamos solo Javi Pérez y yo. Entre todos dimos la vuelta a la situación deportiva con poco dinero.

No podíamos aspirar al perfil de jugador que viene ahora. Sacas a Vela del Arsenal, a Rulli cuando llega parece que no traes nada, Willian José había pasado por Zaragoza, Castilla y Las Palmas, sin pagar nada vienen Navas, De la Bella, Yuri, Le Normand... La primera conversación con los representantes de Remiro y Merino la tengo yo en enero de ese 2018. Debíamos movernos en parámetros que no era fácil encontrar jugadores que dieran rendimiento. No aciertas en todos, antes y ahora. Todo se hizo con mucha medida buscando una progresión, no venían consagrados. Pero el mayor valor fue demostrar la confianza a jugadores de casa que estaban cuestionados.

No tengo reproches, sí algunas decepciones. He sido feliz y he contribuido en la Real como jugador y director deportivo a salir de una situación catastrófica. Estar diez años en cualquier sitio no es fácil.

Y ahora busca lo mismo en Málaga, con una crisis parecida a la que vivió la Real.

En mi presentación dije que venía con un contrato de dos años con opción a un tercero y mi objetivo es estar diez como en la Real. Talento hay y población para trabajar también. No se podrá imitar al 100% el modelo de la Real, pero nos sirve como referencia y creo en ello.

En la primera conversación me dicen que quieren dar una vuelta a un modelo que ha fracasado en el Málaga. Desde un peldaño más abajo que en la Real se busca lo mismo. Les digo que me debían dejar hacer lo que me ha dado resultados. Ningún presidente me transmitió la confianza del Málaga.

En la capital de Málaga viven 600.000 personas y en la provincia 1,7 millones, más del doble que en Gipuzkoa.

Eso me motiva, aunque trabajas con la amenaza de Madrid, Barcelona, Atlético, Villarreal, Sevilla y Betis, que tienen ojeadores aquí. Hay dos chavales de siete años y uno de cinco que sus padres los llevan dos veces a la semana a Sevilla a entrenarse. A un juvenil le puedes convencer para que se quede, pero con los niños son los padres o los políticos los que deben ver eso. Que con las instalaciones que tenía el Málaga salieran futbolistas nos parece un milagro para los que hemos conocido las de Zubieta. Con la Ciudad Deportiva que acabamos de inaugurar se dará un salto. Ahora hay que fidelizar a los jugadores, que vean el Málaga como un fin y no como un medio para ir a otros equipos. Tenemos mucha ilusión, hay posibilidades.

En 1ªRFEF los sub'23 se utilizan por la obligatoriedad de tener seis. Tenemos once y muchos compiten regularmente. Tras el Athletic, somos el que más canteranos utiliza y mejoran cada mes. Ven que si se quedan pueden llegar al primer equipo. Acabamos de renovar a cinco de entre 18 y 22 años. Confían en el proyecto.

Pero habrá presión por subir...

Sabemos la exigencia, pero sin obsesionarnos. Debemos seguir el camino marcado y construir el modelo de club diferencial y alejarnos de la obligación inmediata. Este proyecto se ha establecido para al menos dos años. Si subimos mucho mejor, pero tampoco es una obligación. Y si no acabamos primeros, un play-off en La Rosaleda con 30.000 no será fácil para los rivales. Tenemos 20.000 socios y van al campo 25.000. Es una presión, pero la gente se identifica con el modelo pese a no ir líderes.

Fichó a dos exrealistas, Luca Sangalli y Jokin Gabilondo.

Luca empezó jugando, ha sufrido lesiones y se ha recuperado ahora. Jokin ha tenido continuidad y da un rendimiento altísimo. Se le queda pequeña la categoría y se ha comprometido con un proyecto que le ilusiona. No tenía dudas porque no solo aportan en lo deportivo, son importantes para meter profesionalidad, compromiso e identidad a un vestuario joven. Nos han dado un plus de lo que es el modelo que queremos construir.

¿Cómo ve la eliminatoria de Copa de mañana y a la Real?

En la anterior con el Eldense de Segunda el equipo compitió y la superó. Se ha generado mucha ilusión. Se rozará el lleno. Es un encuentro para disfrutar la afición, para que vea un equipo de Champions similar a lo que queremos, que compitiendo con gente joven se pueden conseguir logros. Para nosotros lo más importante es la Liga, pero competiremos juegue quien juegue.

La Real lleva una linea muy regular. Disfruto de lo que veo. Imanol ha dado una impronta estable. Tiene una virtud. A todos los jugadores les saca rendimiento. Me alegro mucho porque confiamos en él y me parece el principal artífice del momento que vive la Real.