GARA Euskal Herriko egunkaria
KONPONBIERAKO GILTZAK

Bilbo, la llave para abrir los cerrojos de todas las celdas

Decenas de miles de personas participaron ayer, un año más, en una multitudinaria movilización para reclamar el fin a la excepcionalidad carcelaria impuesta a los presos vascos. La marcha, convocada por Sare bajo el lema “Konponbiderako giltzak”, tuvo como eje central la figura de las llaves que deben servir para abrir las puertas de todas las celdas.

Las llaves protagonizaron el acto final en el Ayuntamiento. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

Escribía el poeta valenciano Vicent Andrés Estellés en su obra “M’aclame a tu”, dedicada a la ciudad de Xàtiva, que «seràs la clau que obri tots els panys», es decir, «la llave que abra todos los cerrojos». Siguiendo esa idea de amor y libertad, decenas de miles de personas -68.000, según el recuento de GARA- participaron en la manifestación “Konponbiderako giltzak”, organizada por Sare, para reivindicar que movilizaciones como la de Bilbo serán la llave que pondrá fin a la política penitenciaria de excepcionalidad aplicada todavía a los presos vascos. De hecho, ese fue el leit motiv de la marcha, unas grandes llaves de cartón que los manifestantes portaron en sus manos como símbolo de que solo la puesta en libertad de los presos vascos podrá dar por terminado el conflicto político que ha vivido Euskal Herria.

Como es habitual, la manifestación comenzó desde la Casilla, donde desde minutos antes de las 16.00 ya se amontaban miles de personas gracias a la tregua de frío y lluvia prevista en Bilbo para el fin de semana. Por delante quedaban centenares de metros a través de las calles Autonomía, Hurtado de Amezaga y Buenos Aires, haciendo una pequeña parada a mitad de camino, en la plaza Zabalburu. En este punto, la imagen que presentaba Autonomía ya era la de las grandes citas, con miles de personas llenando la calzada y otras muchas esperando en las aceras al paso de la pancarta y de los voluntarios que le abrían paso para incorporarse a la marcha.

No solo el clima ayudó a que la manifestación de este año volviera a reunir a cerca de 70.000 personas en Bilbo, ya que el horario también influyó. Este año, la hora de inicio se adelantó a las 16.00 debido a que a las 18.30 se debía disputar el derbi vasco en San Mamés, como se encargaron de recordar los centenares de manifestantes que acudieron a la convocatoria ataviados con camisetas y bufandas tanto del Athletic Club como de la Real Sociedad. Todo ello, llevado a cabo en un ambiente ordenado y prácticamente festivo, gracias a los centenares de voluntarios que tomaron parte en la organización y el grupo de txistularis que avanzaba junto a la pancarta.

En la cabecera, portando una pancarta con el lema de la manifestación, estuvieron Béatrice Molle y Txetx Etcheverry (Artesanos de la Paz), los actores Ramon Agirre e Itziar Ituño, el bertsolari Jon Maia, el exalcalde de Bergara Jose Luis Elkoro, Anaiz Funosas (Bake Bidea), Eztizen Artola en calidad de familiar, la abogada Arantza Isasmendi, el exjugador del Athletic Club Endika Guarrotxena, Joseba Azkarraga y Bego Atxa, estos dos últimos como representantes y portavoces de Sare. También se sumaron a la cabecera representantes políticos de Junts, ERC, la CUP y la ANC.

A ellos se sumó una amplia representación social y política vasca, reflejada en los firmantes de la declaración que se presentó en octubre en Gernika. La mayoría sindical estuvo presente en la movilización, con representantes de ELA, LAB, ESK, Steilas, Hiru, EHNE o CGT/CNT. También hubo una nutrida delegación de EH Bildu y Elkarrekin Podemos por el ámbito político.

Además de los catalanes, una nutrida representación internacional acudió desde otros puntos del Estado español. Concretamente, desde Galicia llegó una representación del BNG; de Aragón, el Sindicato Obrero Aragonés (SOA); desde Madrid, el colectivo Acercar y Convivir; y desde Andalucía, Amigos de Euskal Herria.

Los familiares de los 142 presos y presas que incluye aún hoy el listado de Etxerat caminaban a continuación, aliviados en parte por el fin del alejamiento en marzo pasado pero sometidos todavía a amenazas como los cumplimientos de condena de 40 años, por lo que están recibiendo numerosas muestras de respaldo y cariño.

«SACARLOS A LA CALLE»

Cuando la cabecera llegaba a Zabalburu y enfilaba hacia Hurtado de Amezaga, en la Casilla todavía había miles de personas que no habían podido salir y otras miles esperando en las aceras. En este punto, el portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, calificó de «éxito» la movilización y denunció «a quienes están utilizando las togas con un afán de venganza y utilizando la Audiencia Nacional como una plataforma de prevaricación para impedir que los presos vascos sean sujetos de la aplicación de una política penitenciaria de carácter ordinario». «Seguiremos trabajando para sacarlos a la calle. No los hemos traído hasta aquí para que continúen en la cárcel, los hemos traído a las cárceles vascas para que vayan saliendo», aseguró.

Desde Zabalburu, la marcha prosiguió por Hurtado de Amezaga, donde también aguardaban miles de personas que abarrotaban las aceras para sumarse a la marcha. Finalmente, cuando la cabecera llegó ante el Ayuntamiento, cerca de las 17.15, los últimos manifestantes todavía estaban a cientos de metros de la plaza Zabalburu. Sobre las 17.30, dio inicio el acto final en las escalinatas del Consistorio bilbaino. Anaiz Funosas y Joseba Azkarraga fueron los encargados de leer el manifiesto final, en euskara y castellano. Tras mostrar su agradecimiento a los miles de asistentes y a las delegaciones catalana y gallega, destacaron que «con este esfuerzo estamos abriendo el camino de regreso a casa de las personas presas, exiliadas y deportadas», algo que se conseguirá «yendo de la mano, sin importarnos quién camina a nuestro lado en defensa de los derechos fundamentales que asisten a las personas presas». Esa es, incidieron, «la única forma de poder avanzar hacia una sociedad en convivencia» y «cerrar el ciclo de las violencias con una pacificación real que dé paso a la convivencia y la resolución, implantando para ello una cultura de los derechos humanos y de paz». En ese sentido, recordaron que el fin de la política de dispersión y alejamiento se logró gracias al esfuerzo de organizaciones políticas, sindicales y sociales como Sare y, con esa «etapa cumplida», ahora toca «abrir las puertas de las cárceles y traerlas a sus casas, a través de la aplicación de una política penitenciaria sin excepciones». «Cojamos en nuestras manos las llaves de la resolución, las llaves que cierren las puertas al sufrimiento, las llaves que abran las puertas a la convivencia, todo ello con más democracia», emplazaron.

Y es que, tal como prosiguieron, «no estamos hablando de utopías» sino de «posibilidades reales». Funosas y Azkarraga subrayaron que tienen que ser las instituciones políticas y judiciales de Euskal Herria «las que diseñen y faciliten el recorrido del regreso a casa» de los presos y presas, y la sociedad vasca «quien defina el cómo y el cuándo deben regresar». Para ello, incidieron, hacen falta «decisiones políticas, valientes y justas» y una política judicial y penitenciaria «sin normas excepcionales». «No exigimos privilegios, exigimos que se les aplique la legalidad ordinaria y se respeten los derechos que asisten a las personas privadas de libertad», remarcaron.

Por ello, se dirigieron a instancias como la Fiscalía y la Audiencia Nacional, que «continúan actuando con criterios políticos y no de justicia», para advertirles de que nos tendrán enfrente y continuaremos denunciándoles una y otra vez, por su arbitrariedad y sesgo».

MENSAJE A PRESOS Y EXILIADOS

También tuvieron unas palabras para los presos y presas encarcelados en Euskal Herria y en territorio francés: «Continuaremos trabajando, para que vuelvan a casa. Con el esfuerzo de la sociedad vasca abriremos las puertas de sus celdas para que se sumen a la tarea de reconstruir la convivencia en nuestro país». A los deportados en Venezuela, Cabo Verde y Cuba les enviaron otro mensaje: «Conseguiremos superar las dificultades que aún hoy les impiden regresar a sus casas. Y a los exiliados repartidos por el mundo les trasladaron solidaridad y «nuestros esfuerzos por lograr su regreso».

Además, Funosas y Azkarraga no quisieron olvidar a las «víctimas de todas las violencias generadas en nuestro pueblo y fuera de él» y censuraron a quienes, «permanentemente, quieren hacer un uso político de su dolor», destacando que a las víctimas «les debemos respeto, apoyo, reconocimiento, reparación y solidaridad en su sufrimiento». «En el proceso de reconstrucción de la convivencia, también ellas son claves para alcanzar una paz sólida», aseguraron.



68.000 lagun izan ziren Bilbon, GARAren arabera

68.000 lagun inguru ziren atzo Bilbon presoen auziarentzat behin betiko konponbidea eskatu zutenak, Casillatik abiaturik eta zenbait kasutan Udaletxera heldu arte. Zehaztapen hau egin beharrekoa da, pilatutako jendetzaren ondorioz, manifestari askok ez zutelako abiapuntura hurbiltzeko saiakerarik egin, eta beste askok kontrakoa: bide erdian utzi zuten mobilizazioa, bukaerara iristea guztiz ezinezkoa zelako.

Kontuak honela, aurten ere GARAk ezin izan zuen erabili ohiko zenbaketa sistema: zenbat lagun batez beste manifestazio lerro bakoitzean, zenbait lerro minutuko eta zenbateko iraupena. Baina hamarkada hauetan pilatutako datuetatik ondorioztatu daitekeenez, jende uholdeak bete zuen bideagatik 65.000 inguru izan ziren. Beste milaka batzuek (3.000 gutxienez) Zabalburu aldean utzi zuten mobilizazioa, Indautxutik San Mames aldera hurbiltzeko, eta, ondorioz, kopuru osoa ateratzeko batu behar dira.

Manifestazioaren burua Udaletxera iritsi zen unean (17.14an), azken lerroa Autonomia kalean zegoen oraindik, Zabalburutik ehunka metrora, Enrique Eguren kalearekin gurutzatzen den tokian, hain justu ere. Iaz Avila kaleraino heldu zen manifestari multzoa, 50 bat metro atzerago, orduan 67.000 lagun bilduz. Honek urte osoko mobilizazio handiena bilakatu zuen, joan den azaroaren 4an Kontseiluak euskararen aurkako oldarraldi judizialaren kontra egindakoarekin batera. Orduko hartan 70.000 parte hartzaile inguru zenbatu zituen Bilboko Udaltzaingoak.

Mobilizazio politikoei dagokienez, hitzordu indartsuak izan dira aurtengo ikasturtean. Palestinan eragindako sarraskiak mobilizazio handia ekarri zuen Donostian urrian (25.000 lagunetik gora), eta geroxeago Bilbon. Azaroaren 30eko greba feministaren testuinguruan manifestazio handiak burutu ziren hiriburuetan, hamarnaka milaka lagun bilduta, baina ez toki bakar batean. Eta bien artean, EH Bilduk ere bete zuen Autonomia kalea, azaroaren 18an, “Euskal Herria nazioa” dela aldarrikatzeko. Ramon SOLA