Ion SALGADO
GASTEIZ

El Consistorio de Gasteiz se lava las manos ante el deterioro sanitario

Jon Armentia, edil del PSE que ostenta el cargo de segundo teniente de alcalde de Gasteiz, respondió de forma tajante a las críticas de la oposición ante la situación sanitaria de la capital alavesa: «El Ayuntamiento no va a exigir nada a ninguna institución».

Protesta contra el cierre de las Urgencias del hospital de Santiago.
Protesta contra el cierre de las Urgencias del hospital de Santiago. (Jaizki FONTANEDA | GASTEIZ)

«El Ayuntamiento no va a exigir nada a ninguna institución». Así contestó el edil del PSE Jon Armentia, segundo teniente de alcalde en el Gabinete de Maider Etxebarria, a las críticas de la oposición sobre la situación de Osakidetza en Gasteiz.

El debate sanitario llegó al pleno municipal a iniciativa de EH Bildu que, por boca de Rocío Vitero, alertó del «deterioro» que está sufriendo Osakidetza. «Este deterioro no ocurre porque sí, este desmantelamiento responde directamente a las decisiones políticas de PNV y PSE», apuntó antes da dar cuenta de los recortes materializados durante los últimos años con el cierre del Punto de Atención Continuada (PAC) de San Martín y la no atención en las Urgencias de Santiago.

Estas «decisiones erróneas tienen consecuencias», se dejan notar en el Servicio de Urgencias de Txagorritxu, donde hay testimonios de hasta 16 horas de espera en diciembre. «Los números de pacientes atendidos se han disparado, han llegado a atender en un único día a 571 personas, con la misma plantilla e incluso con menos», concretó Vitero.

La edil defendió una moción en la que se pedía al Consistorio instar a Salud a «paralizar de forma urgente» la aplicación del Plan Funcional de la OSI-Araba y «a consensuar un nuevo plan que garantice la atención sanitaria en el territorio, junto a las y los profesionales de Txagorritxu, Santiago y los centros de Atención Primaria».

La iniciativa exigía «medidas urgentes para garantizar una atención sanitaria de calidad, reducir las esperas en Urgencias y retomar las consultas y cirugías programadas. Entre esas medidas se utilizarán todos los recursos disponibles en el Hospital de Santiago, recuperando la atención directa en sus Urgencias, se reabrirá el PAC de San Martín».

El grupo soberanista, primera fuerza en Gasteiz, reclamaba a Lakua un cambio de la política de personal y del modelo de contratación para «redimensionar la plantilla necesaria y estabilizar todos los puestos de OSI-Araba que todavía no estén fijados».

Estas medidas se dieron de bruces con un bloque formado por PSE, PNV y PP, que votaron en contra de la moción.

PSE Y PNV CULPAN A LA GRIPE

PSE y PNV, partidos que forman el Gobierno local, negaron la existencia de un problema estructural, culpando del «tensionamiento» a la gripe estacional y a las medidas adoptadas por el Gobierno español durante la etapa de Rajoy. «Llevan tres años anunciando el apocalipsis sanitario y su colapso inmediato, y no sé de donde han sacado un medidor de preocupaciones, un ‘preocupacionómetro’», ironizó Armentia, insistiendo que no van a pedir nada a Lakua «porque cada uno tiene sus competencias».

En la misma línea se pronunció la jeltzale Sonia Díaz de Corcuera, que incidió en que «la crítica es lo fácil» y advirtió de que «los recursos no son ilimitados».

Precisamente, PSE y PNV firmaron una enmienda en la que instan a Lakua a que «los cambios en la organización de los servicios sanitarios destinado a una utilización eficaz y eficiente de los recursos, tanto materiales como humanos, de los que dispone, permitan reducir las listas de espera y garanticen una atención sanitaria de calidad en colaboración con los profesionales del sistema sanitario».

Este texto no salió adelante, y tampoco lo hizo el propuesto por el Partido Popular, que vincula la falta de facultativos con el euskara, sin reparar en los derechos lingüísticos de la ciudadanía.