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El nitrógeno, nuevo método de ejecución a prueba en EEUU

El nitrógeno es el gas con el que EEUU ha puesto a prueba un inédito método de ejecución, que puede provocar tal dolor en el proceso que podría, incluso, suponer una tortura. Un método que hasta los veterinarios rechazan y que estaba previsto que le fuera aplicado por primera vez al reo Kenneth Eugene Smith, en Alabama.

Imagen de una protesta contra la pena de muerte. (AFP)

Alabama es, junto con Oklahoma y Mississippi, uno de los tres estados de EEUU que permite el uso del gas nitrógeno en sentencias de muerte ante la creciente dificultad de conseguir los fármacos necesarios de las inyecciones letales debido a la negativa de las farmacéuticas a que sean usados con ese propósito. Este método inédito, en el punto de mira por su crueldad, iba a ser aplicado por primera vez ayer. A Kenneth Eugene Smith, de 58 años y encarcelado en Alabama desde hace 35 por matar a sueldo a una mujer, le tocó ser el «conejillo de Indias», según denunció él mismo en una infructuosa batalla legal para intentar evitar su ejecución. El Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, rechazó su recurso el miércoles y el Tribunal de Apelaciones tenía de plazo hasta las 01.00 de hoy (hora de Euskal Herria) para detener la ejecución. A partir de ese momento, la gobernadora republicana de este estado, Kay Ivey, fijó un plazo de 30 horas para llevarla a cabo, entre las cada vez mayores críticas internacionales y las protestas en Estados Unidos de quienes se oponen a la pena de muerte.

La hipoxia por nitrógeno es un procedimiento en el cual se inhala hasta provocar asfixia nitrógeno puro o en una concentración lo suficientemente elevada como para resultar letal. El preso lo recibe durante no más de 15 minutos a través de una mascarilla hermética que le cubre la boca y la nariz .

El protocolo para su aplicación, redactado por el Departamento Correccional de Alabama en agosto del año, pasado exige a sus técnicos comprobar que el volumen de gas en el cilindro supera el umbral mínimo de aceptación y especifica que cuando se utilice nitrógeno en las ejecuciones no se permitirá la presencia de un asesor espiritual en la llamada «cámara de la muerte» a menos que este último haya firmado un consentimiento frente a posibles riesgos.

El método es brutal. No se admite ni para los animales. Los veterinarios solo permiten que se sacrifique así a los cerdos para investigación y únicamente tras una sedación previa. Mario Marazziti, cofundador de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, lo denunciaba el martes en una protesta en Roma: «El mundo no se puede permitir que se mate de una forma tan bárbara».

A Smith ya se le intentó ejecutar en noviembre de 2022. Entonces también se le llevó a la «cámara de la muerte», el habitáculo en el que le ataron con correas a una camilla para aplicarle una la inyección letal. Los verdugos no dieron con la vena y no lograron pincharle. La tortura duró cuatro horas, hasta que sus ejecutores desistieron.

Que falle la inyección letal no es tan infrecuente como pudiera parecer. Desde 2018, y solo en Alabama, no se ha logrado matar al reo en tres ocasiones.

A consecuencia de aquel primer intento de ejecución fallido, el reo tomaba numerosos psicofármacos recetados para poder dormir por el especialista que le diagnosticó. Se pasaba las noches «soñando que me llevan allí otra vez», según el relato que realizó a “The Guardian”.

Las autoridades de Alabama han defendido en su alegato ante el Supremo que la hipoxia con nitrógeno es «quizá el método de ejecución más indoloro y humano jamás inventado» y que Smith perdería la consciencia antes de morir, pero los expertos no lo tienen nada claro. «Lo que sabemos sobre el gas nitrógeno es que, en un primer estudio con voluntarios sanos, casi todos ellos tuvieron convulsiones generalizadas entre los 15 y los 20 primeros segundos de respiración», aseguró un anestesiólogo consultado por la BBC.

CRÍTICAS UNÁNIMES

Amnistía Internacional recordó que tras el intento fallido de ejecutar a Smith en noviembre de 2022, una corte federal describió aquel episodio como «espantoso» y tres jueces del Supremo lo calificaron de tortura, haciéndole padecer «enormes dolores y sufrimientos» que le provocaron un trastorno de estrés postraumático.

Aunque Alabama defiende el método, las alertas al respecto han llegado incluso desde la ONU. La portavoz de la Oficina del Alta Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, expresó su profunda preocupación y pidió al estado de Alabama no solo que detuviera la ejecución de Smith, sino que se abstuviera de llevar a cabo otras de ese tipo en el futuro. «Podría constituir tortura u otros tratos crueles o degradantes según el derecho internacional», advirtió

Según una reciente encuesta de Gallup, el 53% de los estadounidenses apoya la pena de muerte para los condenado por homicidio, el nivel más bajo desde 1972.

La pena capital ha sido abolida en 23 estados de EEUU, mientras los gobernadores de Arizona, California, Ohio, Oregón, Pensilvania y Tennessee mantienen suspendido su uso.