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Guterres pide el fin boicot a la Unrwa que lidera Israel y ya secundan diez países

La multitud espera recibir la ayuda de la Unrwa en una escuela de Rafah. (AFP)

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió que se reasuma la financiación a la Agencia para los Refugiados Palestinos (Unrwa), tras la decisión de varios aliados de Israel de dejar de financiarla.

Israel vinculó a varios miembros de la agencia con los ataques del 7 de octubre. Aunque no ha presentado pruebas, Guterres aseguró que la ONU está tomando medidas rápidas «tras las acusaciones extremadamente graves» y dijo que «presuntos actos abominables deben tener consecuencias».

Afirmó que de las 12 personas acusadas, nueve fueron inmediatamente despedidas, otro ha muerto «y se está aclarando la identidad de los otros dos» pero recordó las necesidades de las poblaciones desesperadas a las que sirve la Unrwa, y que dos millones de civiles dependen de esta ayuda para su supervivencia diaria.

Con casi toda la población de la Franja padeciendo hambre y en riesgo de empezar a morir -además de por las bombas israelíes- por falta de alimentos, la escasa ayuda que llega es el hilo que sostiene una situación extrema.

Pero el recorte de la financiación no le permitirá funcionar en febrero, alertó el comisionado general de la Unrwa, Philippe Lazzarini.

EEUU, Canadá, Gran Bretaña Alemania, Italia, Países Bajos, Suiza, Finlandia, Australia, Estado francés y Japón han anunciado la suspensión de los fondos tras las acusaciones israelíes.

«Es impactante ver una suspensión de fondos como reacción a las acusaciones contra un pequeño grupo de personal, especialmente dadas las medidas inmediatas que tomó la Unrwa al rescindir sus contratos y solicitar una investigación independiente y transparente», lamentó Lazzarini. Casi la totalidad de la población de la Franja de Gaza depende de la asistencia de la agencia para su mera supervivencia; ofrece refugio a más de 1 millón de personas y proporciona alimentos y atención primaria -agua medicinas, mantas o kits sanitarios...- a más de 2 millones, «incluso en el punto álgido de una guerra brutal», recordó Lazzarini.

«El reloj avanza hacia una hambruna inminente», insistió, y recordó que la Corte Internacional de Justicia pidió el viernes, en el caso por genocidio abierto contra Israel, aumentar el flujo de ayuda humanitaria.

La decisión de los aliados de Israel choca precisamente con la demanda de la Corte para proteger a la población civil y se produce después de casi cuatro meses de matanzas ante las que no han tomado ninguna medida de presión contra Israel o le han ofrecido su apoyo expreso. Además, responde a la estrategia que Israel ha hecho pública para detener todas las actividades de la agencia y que pasa por un primer paso de desprestigio.

El Gobierno israelí exige garantizar que la Unrwa «no sea parte» de la solución en el territorio palestino en «el día después de la guerra».

La agencia ha sido el soporte de seis millones de personas que tienen la condición de refugiados desde la expulsión de sus familias por la creación del Estado de Israel, que agradeció a los países que han suspendido fondos y pidió que se unan más a esa medida.

La Autoridad Palestina advirtió de que la agencia necesita «el máximo apoyo» y que no se corte la asistencia y aseguró que el fin último es acabar con la cuestión del retorno de los refugiados, y denunció un «castigo colectivo». Jordania, Turquía e Irán también demandaron la reanudación de la financiación.