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UPN equipara los Caídos con el acueducto de Segovia

UPN perdió una moción para evitar el derribo del Monumento a los Caídos. Juanjo Echeverría comparó la obra con el acueducto de Segovia, que «no hace falta tirarlo por el imperialismo romano»

Momento en el que se renombró la plaza Conde de Rodezno como plaza de La Libertad, con la cúpula de Los Caídos al fondo. (Iñigo URIZ | FOKU)

Iruñea ha relanzado el proceso para resignificar el mausoleo que se levantó para albergar los restos de los golpistas Emilio Mola y José Sanjurjo, conocido como Monumento a los Caídos. UPN, que paralizó durante la legislatura pasada la iniciativa que había emprendido el alcalde Joseba Asiron, presentó una moción en el pleno del jueves para tratar de evitar su derribo, opción que aparece entre las siete ideas a concurso.

«El acueducto de Segovia no hace falta tirarlo por el imperialismo romano», fue la frase final del alegato de Juanjo Echeverría, el concejal que defendió el valor arquitectónico del mausoleo. A lo largo de su intervención, también lo comparó con la puerta de Brandenburgo de Berlín y del estadio Olímpico de Roma, que construyó el fascista Benito Mussolini. En otro momento de su intervención, a modo de burla de la preocupación memorialista, pidió que, puestos a revisar la historia, se remontaran también «a Viriato».

El concejal Joxe Abaurrea, de EH Bildu, espetó a Echeverría que también le gustaba el monumento «cuando estaban ahí dentro Mola y Sanjurjo», en referencia a los restos que fueron exhumados durante el anterior mandato de EH Bildu en la ciudad.

Abaurrea, asimismo, aseguró que el mausoleo no se ha resignificado desde un punto de vista memorialístico. Acusó, además, a UPN de tener «nostalgia», dardo que recogió después la exalcaldesa Cristina Ibarrola, que manifestó que no iba a «consentir» tales insinuaciones.

Por su parte, Txema Mauleón, de Contigo-Zurekin, leyó el articulado de la Ley de Memoria que recoge expresamente a los edificios y, más en concreto, los públicos, como elementos que deben ser abordados.

El portavoz del PSN, por su parte, destacó que resignificar el Monumento a los Caídos no implica necesariamente su derribo. El concejal Eloy Pozo consideró que el edificio «enaltece unas conductas y acontecimientos, la violencia, el golpe de Estado de 1936, la guerra civil y la posterior dictadura militar».

Por su parte, Koldo Martínez, de Geroa Bai, apostó por una «gestión de la memoria integral» y abogó por la resignificación del monumento.

Carlos García Adanero, del PP, trató de pasar de puntillas por la polémica, recordando que su formación defiende mantener la edificación, pero «siempre sin faltar al respeto a quienes defienden que hay que tirarlo».