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Urkullu cita normativa superada y no responde a las dudas sobre Zubieta

El lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, dejó sin respuesta importantes dudas sobre el envío de lixiviados desde la incineradora de Zubieta a Nafarroa y se limitó a contestar a las preguntas del parlamentario de EH Bildu Mikel Otero en base a un comunicado publicado por Lakua la semana pasada.

Iñigo Urkullu desaprovechó la ocasión de dar respuesta a las dudas sobre los lixiviados. (Endika PORTILLO | FOKU)

Iñigo Urkullu no respondió ayer a las graves dudas que el parlamentario de EH Bildu Mikel Otero expuso desde la tribuna del Parlamento sobre el envío de lixiviados desde la incineradora de Zubieta a la empresa Ecofert de Artaxoa y que esta planta de tratamiento no podía recibir. La pasada semana, el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Nafarroa, José María Aierdi, dejó claro que el contrato decía que Zubieta debía remitir sólidos y enviaba líquidos.

En esta cuestión hay dos planos paralelos. Por un lado, que la incineradora de Zubieta enviaba líquidos codificados como lodos, lo que se está investigando judicialmente como un caso de falsedad documental. Y el otro plano es que la empresa Ecofert estaba admitiendo residuos que tenía prohibido recibir, por lo que el Gobierno navarro está procediendo a su cierre.

NORMAS SUPERADAS

El lehendakari Urkullu respondió escuetamente que la incineradora de Zubieta envió los residuos codificados y que el Gobierno que preside ratifica el residuo codificado con el LER 190812

Concretó que esa codificación se ha hecho de acuerdo a lo recogido en la decisión de 2014 de la Unión Europea y en la guía informativa aprobada también por la misma Unión Europea. Pero ocurre que tras una sentencia de la jurisprudencia europea de 2019 hay nuevos procedimientos, que están recogidos en la "Guía Técnica para la Clasificación de Residuos" aprobada en noviembre de 2021 por el Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico, que deja claro que en residuos como estos de Zubieta, si no hay un análisis previo para su caracterización -y no consta que existiera antes del 15 de enero de 2024- el residuo debe ser considerado peligroso.

OTERO PIDE ACLARACIONES

A su vuelta a la tribuna, Mikel Otero le comentó al lehendakari que suele decir que es partidario de los datos y por ello le pidió algunos que todavía están pendientes.

Y la primera que expuso el parlamentario es si la incineradora tiene «autorización para generar los lixiviados que mandó a Nafarroa». Apuntando que «hasta donde sabemos nosotros, no», por lo que «espero que usted lo pueda aclarar», dijo.

La segunda pregunta fue la de si se hizo una caracterización de esos residuos antes de empezar a ser enviados a Artaxoa antes de verano de 2022. Y volvió a comentar que «hasta donde sabemos nosotros, no» y pidió una aclaración.

En tercer lugar, Otero preguntó que «si no se caracterizaron», es decir, si no se analizaron en ningún momento antes de mandarlos a Nafarroa «por qué no se consideraron, desde Lakua, como residuos peligrosos como marca la jurisprudencia europea desde 2019».

Después, el parlamentario incidió en que «si la incineradora de Zubieta obtuvo un 25 de diciembre, un permiso de Lakua para verter lixiviado por qué siguió generando y enviando lixiviados siendo verter y generar incompatibles». Es más, «¿por qué se siguieron enviando, hasta diciembre de 2023, una vez abiertas las diligencias judiciales?».

A esto añadió Mikel Otero la pregunta de si «independientemente de todo lo anterior, aunque Zubieta tuviera permiso para generar lixiviados, aunque fueran caracterizados, aunque fuera correcto el código 190812 ¿era posible mandar desde una incineradora o de una planta de tratamiento mecánico biológico lixiviados a una planta que generaba fertilizantes orgánicos?» Y se respondió con un nuevo «hasta donde sabemos, no».

Pero Otero aseguró que por encima de todo, lo que más le preocupa es que «todo lo que está pasando, la investigación judicial, la del Gobierno de Nafarroa, el cierre cautelar de Ecofert» sobre todo eso «tenía información Lakua a través del programa de vigilancia ambiental de 2022 de la incineradora», pero Lakua no ha hecho nada cuando «precisamente era el encargado de su vigilancia y control. Y, sin embargo, «el Gobierno vasco no vio nada».

El parlamentario de EH Bildu le dijo al lehendakari que esto exige responsabilidades, porque no es lícito que sea la ciudadanía quien padezca los efectos de este descontrol. Si la ciudadanía ya desconfía de las instituciones en estos temas, lo que se ha conocido no ayuda a generar confianza. Otero le reprochó que «esto no es solo un tema técnico sino también político. ¿Para qué han servido estos cuatro años? ¿Dónde está el cambio de rumbo que se anunció tras el desastre de Zaldibar, la promesa de más rigor?».

OTRAS RESPUESTAS

El lehendakari acusó a EH Bildu de tener emitida ya su sentencia de que el Gobierno es culpable de poner en peligro la salud de la ciudadanía, de que le hace pregunta,s pero ya dice tener las respuestas. También les espetó que solo cogen la información que quieren para ir completando su verdad y que así la información objetiva no acabe con sus prejuicios.

Sin embargo, Urkullu no aprovechó la oportunidad de resolver las dudas. Lo que hizo fue remitirse al núcleo de un comunicado de Lakua ya publicado. Lo primero que dijo es que «la correcta codificación de un residuo en origen y el cumplimiento de las características de su codificación como residuo no peligroso no implican que sea apto para cualquier uso».

Segundo, añadió, «corresponde al productor de un residuo entregárselo a un gestor autorizado bien identificado y con la información necesaria para su adecuado tratamiento».

En tercer lugar expuso que «corresponde a las entidades o empresas que realicen una actividad de tratamiento de residuos efectuar las comprobaciones oportunas para proceder a la recepción y en su caso aceptación según lo convenido en el contrato de tratamiento».

Cuarto, Urkullu recordó «que Ecofert es un gestor autorizado radicado en Nafarroa, por lo que el Gobierno no es competente para fiscalizar el cumplimiento de las autorizaciones e instalaciones radicadas en otros territorios».

Y quinto, aseguró que «el Gobierno vasco desconoce los motivos por los que se ha procedido a la clausura de esta empresa».

La respuesta del lehendakari se basó en un comunicado ya hecho público la semana pasada por Lakua, pero en ningún momento respondió a si la codificación en origen fue la correcta, ni cómo se puede hacer sin ningún análisis y, sobre todo, por qué la incineradora de Zubieta produce lixiviados que según su autorización ambiental no debieran existir.