Milicias proiraníes prometieron ayer dar una respuesta a los bombardeos del viernes contra objetivos vinculados a la Fuerza Al-Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán y a grupos afines a Irán en Siria e Irak que EEUU lanzó como represalia por el ataque llevado a cabo por un grupo de la Resistencia Islámica de Irak el domingo en Jordania, que causó la muerte a tres soldados estadounidenses. Las milicias de la Resistencia Islámica en Irak informaron de un ataque contra las fuerzas de EEUU desplegadas en la base iraquí de Harir, en la provincia de Erbil, horas después.

La campaña aérea de Washington en el este de Siria y el oeste Irak, que dejó al menos 45 muertos, es la respuesta de mayor envergadura hasta el momento contra las milicias proiraníes, que han lanzado más de 170 ataques contra posiciones de EEUU en Oriente Medio desde el inicio de la ofensiva contra Gaza. Y desató una oleada de críticas de ambos países árabes, que calificaron la acción de una violación a su soberanía y advirtieron de que tendrán «repercusiones desastrosas» y alimentarán el conflicto en Oriente Medio de forma «muy peligrosa», en un momento de máxima tensión.

Irak lamentó que esas acciones afectarán a la negociación en curso para la retirada gradual de las tropas de la coalición que lidera Washington. Bagdad negó que se le informara previamente de los bombardeos y acusó a EEUU de «engañar a la opinión pública» por afirmarlo. Convocó al encargado de negocios de la Embajada de EEUU para presentarle una carta de protesta.

Washington atacó instalaciones de mando y control, centros de Inteligencia, almacenes de drones, cohetes, misiles, y edificios logísticos que aseguran la cadena de suministro de esos grupos. También dos posiciones de la 45ª Brigada de la Multitud Popular, correspondiente a la milicia Kataib Hizbulah, buque insignia de la Resistencia Islámi- ca de Irak, que tras el ataque en Jordania anunció la suspensión de sus acciones contra tropas de EEUU en la región.

Joe Biden había advertido de que la respuesta podría llevarse a cabo en varios países y que sería «múltiple», y anunció que la represalia seguirá.

El movimiento iraquí Al-Nujaba, la milicia proiraní que asumió el ataque de Jordania y una de las más prominentes de la Resistencia Islámica en Irak, señaló, por su parte, que mantendrá sus ataques contra las tropas estadounidenses.

A la condena por los bombardeos se sumaron Rusia - que abogó por una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU-, Irán, Hamas, Hizbulah y los huthíes de Yemen, entre otros. Teherán lo calificó de nuevo «error» estratégico de EEUU que solo busca «eclipsar los crímenes» sionistas contra la población palestina en Gaza, mientras Hizbulah y Hamas coincidían en denunciar que esos ataques solo contribuyen a desestabilizar la región al echar «gasolina al fuego». Los huthíes de Yemen afirmaron que se confirma que «EEUU es la verdadera amenaza a la paz».

Intensos bombardeos israelíes de la ciudad refugio de Rafah

El Ejército israelí bombardeó intensamente ayer Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde se refugian y hacinan más de un millón de palestinos desplazados por los ataques en el norte y centro de enclave. En plena negociación para una nueva tregua, la ciudad fronteriza fue blanco de duros ataques aéreos tras la intensificación de la ofensiva horas después de que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijera que tras la devastación de Jan Yunis el objetivo es Rafah. Para la ONU, la ciudad se ha convertido en una «olla a presión de la desesperación», que antes del 7-O tenía unos 200.000 habitantes y donde se refugian ahora más de 1,3 millones de los 2,4 millones de gazatíes -más de 12.000 personas por km2-, ya que la ofensiva sionista ha desplazado al 85% de la población. El Ministerio de Salud de Gaza informó ayer de la muerte de 107 personas en las últimas horas y elevó la cifra víctimas mortales a 27.238, a los que habría que sumar los más de 8.000 desaparecidos bajo los escombros.GARA