GARA
SANTIAGO

Duelo por los ya más de 130 muertos en Chile, en la ola de incendios más letal en el mundo en los últimos quince años

Casas calcinadas en Quilpué.
Casas calcinadas en Quilpué. (Rodrigo ARANGUA | AFP)

Chile vivió ayer su segundo día de duelo nacional en memoria de las 131 víctimas de los devastadores incendios que también han dejado cientos de desaparecidos y miles de personas sin hogar en el centro y sur del país, si bien la cifra no cesa de aumentar. Solo 35 de los fallecidos han sido identificados. Se estima que unas 15.000 viviendas han quedado dañadas.

«Es la mayor tragedia que hemos vivido desde el terremoto de 2010», afirmó el presidente, Gabriel Boric, refiriéndose al seísmo de magnitud 8,8 al que siguió un tsunami el 27 de febrero de 2010 y que dejó más de 500 muertos. El país, en pleno verano austral, se enfrenta los incendios forestales más mortíferos del mundo en los últimos quince años. Con 29.000 hectáreas afectadas, supera a los fallecidos en los incendios de California, Argelia, Hawai, Grecia y Portugal de la década pasada. En Australia, en 2009 llegaron a morir 173 personas en los que siguieron a una sequía sin precedentes, una ola de calor extrema y fuertes vientos.

La cadena de incendios comenzó el viernes con varios focos simultáneos en la Reserva Lago Peñuelas y rápidamente se extendió hasta localidades densamente pobladas.

Voluntarios se han movilizado para brindar agua, ropa y alimentos a las víctimas. Con palas y escobas, algunos también han creado brigadas de limpieza para retirar los escombros de las calles, a veces todavía humeantes. En Quilpué, barrios enteros han quedado carbonizados, mientras los bomberos y los equipos de rescate buscan a las víctimas.

El toque de queda nocturno se prorrogó hasta ayer para facilitar la labor de los médicos forenses, la limpieza de escombros e intentar restablecer determinados servicios. Los equipos siguen trabajando para apagar una cuarentena de incendios en el país.

Desde el miércoles, la temperatura ronda los 40 grados en el centro de Chile, en una ola de calor que amenaza a Argentina, Paraguay y Brasil.