Activistas de Sortu pusieron ayer fin a tres jornadas de acciones iniciadas en Donostia para visibilizar la emergencia residencial que soporta Euskal Herria desplegando una pancarta con el lema ‘’Espekulazioa gelditu’’ en la fachada del Hostel Latroupe, propiedad del fondo buitre Azora en la plaza Circular de Bilbo. La formación informó, además, de que las y los independentistas que habían ocupado sendas viviendas en la capital guipuzcoana habían salido de ellas.

Tras concentrarse durante cerca de media hora en la plaza, decenas de activistas se reunieron al mediodía frente al hostel portando carteles y repartiendo octavillas a los transeúntes, al tiempo que otro grupo desplegaba en la fachada una gran pancarta y arrojaban más pasquines con el lema ‘’Etxe eta bizitza duinak denontzat! Espekulazioa gelditu!’’.

Antes, al pie del edificio que albergó en el pasado el histórico Café La Granja y oficinas, que Azora ha transformado en un alojamiento para turistas como está ocurriendo con otros inmuebles de otras empresas similares, Karlos Monteagudo, integrante del Consejo Nacional de Sortu, manifestó que «los fondos buitres basan su actividad en la especulación salvaje: compran a bajo precio en sectores en crisis para luego revalorar y vender más caro. Están especulando con nuestras ciudades y, en este caso, con nuestro derecho a la vivienda, que es un derecho fundamental».

«NEGOCIOS REDONDOS»

«Las y los bilbainos tenemos cada vez más dificultades para pagar una vivienda. En Bizkaia -advirtió Monteagudo-, tenemos que destinar el 50% de nuestros salarios a pagar el alquiler. En 2023, ha subido casi un 5%», al tiempo que fondos buitres como Azora están haciendo «negocios redondos» en operaciones urbanísticas como Anboto Dorrea y Termibus, en Garellano, y en Zorrotzaurrre.

El representante de Sortu declaró también que «en los últimos años, la cuota de las hipotecas ha subido enormemente, mientras que los bancos celebran sin pudor alguno desorbitados beneficios históricos».

Ante este escenario, Monteagudo señaló que esta situación tiene responsables. «Es una consecuencia de la política de vivienda del PNV y del PSE. Si la vivienda es un derecho, no puede depender de un mercado libre totalmente desregularizado», dijo, por lo que exigió medidas urgentes, entre las que citó que Bilbo y su área metropolitana sea declarada zona tensionada.