El expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014), recibió el miércoles asilo del Gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, seis días después de que la Corte Suprema ratificara el fallo judicial que lo halló culpable de blanqueo de capitales en la compra de un grupo de medios, condenándolo a 10 años y 6 meses de cárcel. Martinelli seguía anoche refugiado en la Embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá mientras el Ejecutivo panameño discutía si debía otorgarle el salvoconducto para ir a Nicaragua.

Al igual que Martinelli también solicitaron asilo en Nicaragua los exmandatarios de El Salvador por el FMLN Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, ambos considerados prófugos de la Justicia de su país y a quienes el Ejecutivo nicaragüense les concedió la nacionalidad posteriormente.

También se la dio a dos excolaboradores del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, acusado de narcotráfico en EEUU y extraditado a ese país. Se trata de Ebal Jaír Díaz Lupián y Ricardo Leonel Cardona López, ministro de la Presidencia y secretario privado de la Presidencia, respectivamente,

Martinelli, que se dice un perseguido político, afirmó que «fuerzas del mal buscan» inhabilitarlo para los comicios del 5 de mayo, en los que aspiraba a la Presidencia por su nuevo partido, Realizando Metas, siendo favorito, según las escasas encuestas disponibles. El magnate salió absuelto en dos juicios por supuesta interceptación ilegal de comunicaciones a 150 personas.