FEB. 11 2024 El asalto de Israel a Rafah augura que las peores matanzas están por llegar Ayer morían otros 117 palestinos y 152 resultaban heridos, el número de muertos en Gaza supera los 28.000, el 85% de la población ha sido desplazada y la infraestructura reducida a escombros, pero la matanza podría ser aún mayor si Israel asalta Rafah, donde casi millón y medio de palestinos se amontonan sin escapatoria, esperando su final. Palestinos llorando tras identificar los cuerpos de sus familiares muertos en el bombardeo israelí del hospital Al-Najjar en Rafah. (Said KATHIB | AFP) GARA GAZA Israel lleva a cabo ataques aéreos diarios en Rafah tras haber dicho a los civiles palestinos en las últimas semanas que buscaran refugio allí de los feroces combates terrestres en Khan Younis, justo al norte. En esa ciudad, la más meridional de la Franja de Gaza, el ejército israelí mató ayer al menos a 28 personas, mientras casi un millón y medio de civiles refugiados se preparan ante una ofensiva terrestre a gran escala en el último lugar de relativa seguridad. A medida que las fuerzas israelíes ampliaban sus operaciones terrestres hacia el sur durante los últimos cuatro meses, Rafah -situada en la frontera con Egipto y hogar antes de la guerra de unas 280.000 personas- se ha convertido en el último refugio de más de la mitad de la población de Gaza. Con dos tercios de la Franja bajo órdenes de evacuación, una destrucción generalizada en toda la zona costera y combates continuos, nadie tiene claro cómo y adónde se podría trasladar con seguridad a un número tan grande de personas. TANQUES EGIPCIOS EN EL SINAÍ Egipto anuncia que bajo ninguna circunstancia permitirá que los palestinos que huyen de Rafah crucen la frontera hacia la península del Sinaí. Así mismo, reitera que cualquier intento de reubicarlos en suelo egipcio traería el final del acuerdo de paz entre El Cairo y Tel Aviv. Por de pronto, ya ha enviado divisiones acorazadas de su ejército al Sinaí. Mientras tanto, Benjamín Netanyahu, impasible, anuncia que ya ha dado la orden de asalto a Rafah e instrucciones a las Fuerzas de Defensa de Israel para que elaboraren planes militares y de evacuación de los civiles, lo que ha provocado un pánico generalizado en los superpoblados campamentos improvisados que ahora cubren la ciudad. ACELERA EL RODILLO MILITAR Las repulsas ante el anuncio de Netanyahu llegan desde muchas cancillerías del mundo. Ayer, la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, advirtió contra cualquier asalto a Rafah. «Las necesidades allí ya son increíbles: 1,3 millones de personas buscan protección en un espacio muy pequeño. Una ofensiva israelí sería una catástrofe humanitaria. El pueblo de Gaza no puede desaparecer en el aire», afirmó. Israel, lejos de verse intimidada por el aluvión de críticas a sus planes en Rafah, o apelada por el veredicto de la Corte Internacional de Justicia que, a instancias de Sudáfrica, le urgió a «evitar actos genocidas en su guerra» sigue con el rodillo militar y acelera su política de ejecuciones selectivas. Ayer, drones israelíes mataban en Rafah al director de investigaciones de la Policía de Gaza, Ahmed al-Yakoubi, a su adjunto y a otro agente. Y en Líbano, a 55 kilómetros de la frontera, intentó matar una figura palestina, cuyo nombre no trascendió, pero sobrevivió. En el mismo coche viajaba un comandante de Hezbolá. Rebajan por primera vez la calificación crediticia de Israel Moody's, una de las tres principales agencias de calificación junto con S&P Global Ratings y Fitch, ha rebajado la solvencia de Israel citando la prolongada guerra y el precio que está cobrando en las finanzas del país. Nada más conocer la noticia, Benjamín Netanyahu dijo que «la rebaja no está relacionada con la economía, se debe enteramente a que estamos en guerra. La calificación volverá a subir tan pronto como ganemos la guerra, y la ganaremos». El exministro de Finanzas, Avidor Liberman, afirma que «el gobierno nos lleva a un desastre económico al igual que nos llevó a un desastre de seguridad el 7 de octubre». La decisión de Moody's de recalificar a la baja a Israel puede afectar a su capacidad de conseguir préstamos en un momento clave de guerra en Gaza, aumento muy alto de tensiones regionales y posible apertura de otros frentes de combate. GARA