La felicidad para los equipos vascos de ACB no pudo ser completa. Mientras en Miribilla se descorchó el champán por la gran victoria de Surne Bilbao Basket sobre Valencia gracias al buen trabajo colectivo, en Zurbano tocó enjugar las lágrimas al caer Baskonia frente a un rival directo en la lucha por entrar en el playoff, el Joventut, que tuvo en su base Andrés Feliz a un estilete ofensivo imparable.

Con su triunfo, el cuadro dirigido por Jaume Ponsarnau amplía su ventaja a tres sobre el descenso para afrontar con mucha más tranquilidad las tres semanas de parón. El conjunto vizcaino firmó una amplia ventaja durante los tres primeros cuartos, pero tuvo que ponerse las pilas en el último para frenar el ímpetu de un cuadro visitante que nunca dio por perdido el encuentro.

Bilbao Basket volvió a demostrar que se le da bien el Valencia, al que ya derrotó en la primera vuelta. En esta ocasión, la victoria llegó gracias a la gran efectividad que tuvieron los locales en el tiro exterior, especialmente en los lanzamientos de tres puntos.

Aunque esta llegó gracias a la gran labor coral de todo el bloque y las individualidades quedaron en segundo plano, hay que destacar el protagonismo de Sacha Killeya-Jones (18 puntos, 9/10 TC). El envite también supuso un nuevo reencuentro de Álex Mumbrú con el que fue su equipo durante 12 años.

INFELIZ

Andrés Feliz llevó la infelicidad al Buesa Arena. El base dominicano del Joventut no solo firmó 34 créditos de valoración con 27 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias, sino que de su muñeca salió el triple decisivo para el triunfo de la Penya, que luego ni Markus Howard ni Chima Moneke lograron enjugar para llevar el partido a la prórroga (78-81).

Los anfitriones arrastraron una muy mala entrada en el envite, con un inicial 2-11 desfavorable. Ivanovic se vio obligado a mover banquillo y las aguas volvieron a su cauce de manera parcial (18-22). Un posterior 24-39 encendió todas las alarmas y Howard salió al rescate de los suyos, mientras Kotsar comenzó a hacerse patente en el perímetro para poner por delante a los baskonistas.

Con Feliz imponiendo el ritmo, el Joventut volvió a obrar un nuevo arreón (55-64), aunque dos triples de Matt Costello le dieron vida a un Baskonia que desplegaba malas sensaciones. Se empató a 78, pero Feliz estaba de dulce.