El motivo de dar a conocer esta «historia» no es otro que lo ocurrido ayer, en el IMQ, de su Centro de Zorrozaurre, con una situación kafkiana, absurda, angustiosa e incomprensible.

Después de acudir con mi mujer a urgencias del IMQ, a las 10:30, con una lumbalgia galopante y después de un tratamiento yo diría que correcto, eso sí, con poca información de los responsables del tratamiento a la enferma, ni a su familiar.

El problema surgió cuando a las 19:30 se le dio «de alta» y, para regresar a su domicilio, era preciso la utilización de una ambulancia.

Se nos informó que la ambulancia no tardaría mucho y, posteriormente, transcurrida una hora, nos dijeron que acudiría a las 22:00. Llegó una ambulancia a las 23:00, pero el camillero nos dijo que no podía trasladarnos a nuestro domicilio, a escasamente a seis kilómetros, ya que su coordinador le había ordenado que no hiciera nuestro servicio y que acudiera a Castro Urdiales. Pueden comprender el cisco que organicé tras pasar cerca de cinco horas esperando una ambulancia.

Fue una extraordinaria enfermera quien gestionó con el coordinador del servicio de urgencias de IMQ y la que hizo posible el uso de la ambulancia que todavía estaba aparcada para ir a Castro Urdiales y hacer que, a las 23:30, con más de cuatro horas de espera, fuéramos transportados a nuestro domicilio. Cuál era el problema.

No es otro que el Gobierno Vasco. No ejercita seguimiento alguno a la empresa catalana Ambulancias La Pau que, tras ganar el correspondiente concurso para el servicio de ambulancias, estas no funcionan correctamente y supe que esta empresa cobró el contrato para, a continuación, llevarse el dinero y las ambulancias nuevas a Catalunya, trayendo a la CAPV ambulancias viejas con infinidad de averías.

El relevo de ambulancias de la noche comenzaba a trabajar a las 22:00, disponiendo de una sola ambulancia, para todo el servicio nocturno.

Como máximo responsable, lehendakari Urkullu, conoce usted cómo funcionan sus colaboradores, que permiten que una empresa privada catalana se lleve los dineros de todos nosotros.

Seguramente será su posible sucesor, que dice que «hay que solucionar los problemas de Osakidetza», quien tendría que tratar entre otros, este problema de las ambulancias, aunque estimo que debería ser usted quien lo solucione, ya que todavía tiene tiempo suficiente para poder solucionarlo.