La carga de Tolosa que ha herido gravemente en un ojo a un joven de 16 años ha vuelto a poner en primer plano la deriva de la Ertzaintza. Un día después de que el padre del menor subrayara que «es hora de cambiar» y de que sindicatos policiales alabaran la actuación de los agentes durante los carnavales de la localidad guipuzcoana como «profesional y quirúrgica», el consejero de Seguridad de Lakua, Josu Erkoreka, fue interpelado sobre el control que ejerce su departamento sobre el cuerpo y respondió así: «Si hay motivaciones ideológicas en agentes concretos que les impulsan actuar de una u otra manera, es algo que no puede evaluar el Departamento».

Según esta tesis, el Departamento de Seguridad solo puede controlar la actuación de los agentes «con las reglas y códigos internacionales de la ética policial», que consisten en que «cuando puntualmente se producen conductas y comportamientos particulares que quiebran estos principios se activan los mecanismos legales previstos en la ley y en los reglamentos disciplinarios».

No está de más recordar aquí que ni siquiera los agentes procesados por la muerte de Iñigo Cabacas (uno de ellos condenado judicialmente) sufrieron castigos disciplinarios.

Además, en estas declaraciones en un acto en Bilbo, Josu Erkoreka ya anticipó que si se terminara produciendo algún expediente por lo ocurrido en Tolosa debería ser tenido en cuenta como «un comportamiento puntual», no como algo sistémico.

A partir de ahí, Erkoreka defendió que la Ertzaintza ha actuado «con transparencia» sobre la carga de la madrugada del lunes, aferrándose a que fue Seguridad quien dio cuenta de una persona herida. Lo cierto es que en la nota no se aludía expresamente a que hubiera sido lesionado por la Policía autonómica, sino que la causa se presentaba como difusa. Y tampoco se admitía el empleo de pelotas de foam, camuflado en la alusión genérica de «material antidisturbios».

EH Bildu instó a Seguridad a presentar el informe policial sobre esa actuación concreta, una demanda a la que no ha respondido por el momento la Consejería.

ELA PIDE UNA INVESTIGACIÓN

ELA-Ertzaintza, mediante una nota, mostró su solidaridad con el herido en Tolosa y deseó su pronta recuperación. Junto a ello, solicitó al Departamento de Seguridad que «aclare las circunstancias que han provocado la actuación policial y se abra una investigación para resolver lo sucedido lo antes posible, además de tomar las medidas a su alcance para que casos como este no vuelan a suceder».

Además, ELA-Ertzaintza mostró su disconformidad con la nota de Erne, ESAN y SIPE señalando que, «además de mostrar muy poca empatía con la persona herida, vuelven a mostrar una defensa acérrima de toda actuación de la Ertzaintza, sea cual sea, que lo único que logra es que se distancie más de la sociedad a la que debe servir».

En concreto, estos tres sindicatos felicitaban en la nota a los agentes que cargaron en Tolosa, ya que si no fuera «por la profesional actuación quirúrgica de la Ertzaintza», aseguraron, «lo que empezó como una discusión en un bar pudo acabar en tragedia».

«El rechazo que generan estas actitudes corporativas dificultan, posteriormente, las actuaciones de la Ertzaintza. Que se investiguen las actuaciones de manera transparente e independiente es la única forma de generar confianza en las actuaciones policiales y, de esta forma, permitir una labor policial preventiva», añadió ELA-Ertzaintza.

«Para ELA-Ertzaintza el uso de material antidisturbios se podría haber evitado si hubiese personal suficiente en las comisarías. La Consejería de Seguridad suple la falta de personal con material antidisturbios. Por ello, solicitamos también la revisión de los protocolos de actuación y el aumento de personal en las comisarías para poder primar la prevención policial», destacó esta central.

OTEGI SE ABRE AL DEBATE

Al contrario de Erkoreka, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, cree que la actuación de los ertzainas en Tolosa no se debe a un hecho aislado y recordó el caso de Iñigo Cabacas para asegurar después que su formación lleva tiempo alertando de que existe «un problema» con el modelo policial de la CAV.

Por ello, en una entrevista con NAIZ Irratia, revalidó la necesidad de debatir sobre el actual modelo policial. «Tenemos que decidir qué tipo de Policía queremos, porque debería estar al servicio del pueblo y defender al pueblo», declaró.

Sin embargo, Otegi afirmó que suceden «burradas», como lo ocurrido en Tolosa, tras lo que cuestionó la idoneidad de «meter a la Policía a dar leña» en una calle llena de personas en pleno carnaval. «¿Qué puede salir mal?», ironizó.

A su juicio, es habitual que dentro de las estructuras institucionales se formen «cuerpos que tienen vida propia» y actúan muchas veces sin control de las autoridades. Cree que algo así podría estar sucediendo en la Ertzaintza. «Hay algo descontrolado ahí, no sabemos hasta qué punto controla el Gobierno a la Ertzaintza», vaciló.

Otegi insistió en abrir «urgentemente» el debate sobre el modelo policial, aunque apostilló que «no es contra la Ertzaintza». «Necesitamos una Policía democrática, euskaldun y cercana», manifestó.