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AVDIIVKA

El Ejército ucranio entrega Avdiivka sin repetir el numantinismo en Bajmut

Recién nombrado nuevo comandante en jefe del Ejército ucraniano, el general Sirski anunció la retirada de la asediada Avdiivka, en Donetsk. No repite así la estrategia fallida de resistencia numantina de Kiev en Bajmut. Rusia tiene la iniciativa militar. La Casa Blanca y la OTAN urgen a los republicanos a levantar el veto a la ayuda a Ucrania.

Vista de la ciudad ucraniana de Avdiivka .
Vista de la ciudad ucraniana de Avdiivka . (STR)

El nuevo comandante en jefe del Ejército de Ucrania, Oleksander Sirski, anunció la retirada de sus tropas de la ciudad de Avdiivka, en la provincia de Donetsk (este), ante la presión ejercida por Rusia.

Nombrado en sustitución de Valeri Zaluzhni por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a causa de las desavenencias sobre la estrategia militar tras el fiasco de la contraofensiva del año pasado y por el temor de este último a la gran popularidad del ahora solo general, Sirski prometió que volverán a Avdiivka.

Esta localidad es, junto con Kupiansk, el principal foco de los actuales combates, donde Moscú cuenta con ventaja numérica y donde sigue incrementando sus esfuerzos en un momento en el que el Ejército ucraniano sufre escasez de relevos en el frente y de municiones, a la espera de la aprobación de nuevos fondos de ayuda por parte de Estados Unidos, donde el pulso político entre demócratas y republicanos en el Congreso mantiene bloqueado este paquete.

NO REPETIR BAJMUT

El Ejército ucraniano llevaba días, cuando no semanas, advirtiendo de la crítica situación en Avdiivka y el Ayuntamiento de la ciudad cifró en un 15-20% el tramo de la ciudad en manos del Ejército ruso.

El parte militar ucraniano advertía ayer que el Kremlin seguía mandando tropas de refresco en oleadas «sin importarle las bajas ni recoger los cadáveres», y que la situación era peor que en Bajmut, ciudad situada asimismo en Donetsk y en la que el Ejército ucraniano resistió durante meses, sufriendo muchas bajas y detrayendo tropas de otros frentes, para terminar retirándose en mayo de 2023.

Esa estrategia de resistir a toda costa, que situó la batalla por Bajmut al nivel de los más sangrientos combates en la I y la II Guerra Mundial, fue duramente criticada por los aliados occidentales, sobre todo por Washington. Tan cruenta fue para ambos bandos que, tras su conquista, liderada por los mercenarios rusos de la Wagner, su líder, Evgueni Prighozin, inició una revuelta contra el Ejército ruso que acabó a las puertas de Moscú.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, defendió en la Conferencia de Seguridad de Múnich la retirada como «muy lógica y profesional», ya que habría permitido salvar vidas de sus militares, que son -dijo- el elemento clave de la seguridad del país.

El Ejército ucraniano reconoció soldados capturados por Rusia y fuentes prorrusas cifraron en trescientas las bajas mortales militares de Kiev.

La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, y el secretario general de la OTAN, instaron a los republicanos a levantar el veto a los 60.000 millones de ayuda militar a Ucrania.