Hoy es martes poselectoral

Estas elecciones gallegas ¿tienen o no tienen influencia en la política estatal y en las próximas citas electorales que previsiblemente serán en la CAV y Europa? La estrella electoral del BNG, Ana Pontón, asegura que sería un error interpretar sus buenísimos resultados en clave estatal. En cambio, los del PP, aseguran que los resultados, la quinta mayoría absoluta consecutiva, consolidan el liderazgo estatal de Feijóo. Y todos deben tener razón, hasta los que se han levantado mudos o tartamudos, los ausentes, y los fijos discontinuos. Es decir, ese ámbito que se autodefine como izquierda a la izquierda del PSOE. Porque, tenemos una duda metodológica, ¿el BNG es derecha, centro o izquierda? Ah, vale, que lo lleva en su nombre: nacionalista. Un comodín para según qué.

El resultado parece bastante lógico. Se crearon expectativas demoscópicas en la última semana por la flojera de Feijóo, pero la base electoral del PP en Galicia es muy sólida. Y enfrente tenía un amasijo de intereses personales con una manifiesta falta del mínimo rigor político y estratégico. Votantes del PSG se fueron al BNG. Los de la izquierda se dedicaron a pasear. La inconsistencia organizativa y propositiva de Sumar empieza a ser peligrosa para la estabilidad del propio gobierno actual en la Moncloa. Lo de Podemos es lamentable. Estorba. Pero es su actual proyecto: el negocio familiar. Cuesta encajar razonablemente lo de Vox en Galicia. Pero como dicen ufanos: hemos tenido más votos que Sumar y Podemos juntos. Un dato. Todavía escucharemos análisis de parte más peregrinos. Hoy es martes poselectoral.