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DE REOJO

La foto y su marco


La foto realizada a un grupos de mujeres soldado israelí haciéndose una selfi con las ruinas de una ciudad destruida por los bombardeos en Gaza de fondo se convierte en un corrector de estilo de cualquier excusa por el cumplimiento de las órdenes porque rezuma inhumanidad. Estas jóvenes cumplirán su misión, su servicio militar obligatorio, esperemos que haya en un tiempo prudencial una paz y verán esa foto que les recordará para el resto de sus vidas su crueldad, su odio, por lo que hoy se puede enmarcar junto a halagos y hasta condecoraciones, pero mañana puede ser el diagnóstico para entender su deteriorada salud mental, su servicio innegable al mal, a una patria difusa, a un exterminio.

Quizás todo sea una consecuencia de un ambiente generalizado y que no se nos informa de casi nada, simplemente se nos entretiene, y es lo mismo hablar de los cuernos de una cantante en horas bajas, que de los resultados electorales o de esas guerras que de tanto verlas en píldoras no sabemos si son de verdad o son el anuncio de una serie. En este entretenimiento se ha colado ese mundo confuso de tractores, dirigentes políticos de organizaciones agrarias casi inexistentes, confederaciones, grupos de presión que nos proporcionan horas de espectáculo con carteles cargados de intención partidista. Aparte de hacerse notar, ¿qué demandan exactamente? He visto tractores y manifestaciones multitudinarias en India, por lo cual estamos ante una magnífica campaña global de publicidad de los fabricantes de maquinaria agrícola. O ante un problema estructural mundial gravísimo.