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EDITORIALA

Que pacten una oferta política unitaria y vasca


A estas alturas, sería una sorpresa que la izquierda confederal española lograra acordar una candidatura única para las próximas elecciones en la CAV. Tienen tiempo, pero no parece haber voluntad. El varapalo de Galicia no ha sido suficiente acicate para aparcar discrepancias y lograr un pacto. Personas afines a ese sector sociopolítico han promovido reuniones para lograrlo. Desde Podemos, Miren Gorrotxategi planteó que estaba dispuesta a no ser candidata. Ayer, sin embargo, Lander Martínez dio por muerta cualquier opción de llegar a un acuerdo por «falta de confianza».

Es posible que Sumar cuente con que IU y el PCE están en su trinchera y que ese sector siempre ha tenido cierta resiliencia en los territorios vascos. Eran otros tiempos, era otro contexto, y aun así las crisis internas les llevaron a varios cismas y al borde de la extinción. Podemos puede reivindicar el empuje que la formación morada ha tenido en Euskal Herria, y el hipotético tirón que retienen aquí líderes como Pablo Iglesias e Irene Montero, candidata a las europeas de junio. El sectarismo que muestran y la inercia que arrastran pueden dejar ese histórico en nada. De todos modos, las encuestas marcan claramente que si unidas tienen opción de mantener representación, de acudir por separado a las urnas perderán votos y escaños. EH Bildu, PSE y la abstención se tragarán esos sufragios y se demostrará que sus cálculos son erróneos.

Desde el principio, cuando obtuvo magníficos resultados o incluso cuando ha gobernado -como ocurre ahora en Nafarroa-, esa izquierda conferederal ha tenido una debilidad muy fuerte por no formular una oferta política endógena para la ciudadanía vasca. Ahora, además, la metrópoli irradia toxicidad. Para la política vasca sería positivo que a la izquierda del PSOE se articulara una propuesta autónoma. Un unionismo democrático y honesto que no ponga sus obsesiones jacobinas por encima del bienestar de la sociedad vasca y del derecho que tiene a decidir su futuro. Deberían tener altura de miras para dejar de lado miserias y agravios y construir una fuerza de cambio para el nuevo ciclo político vasco.